1. La Señora Lucía Un hecho real


    Fecha: 05/06/2025, Categorías: Incesto Autor: ugui1, Fuente: TodoRelatos

    ... ves que no podrías.
    
    - ¿A qué te juegas que lo hundo?
    
    Me empecé a dar cuenta que él hacia todo lo que mi hija le ordenaba. Más cuando ya en la pérgola del jardín le mandó desvestirse.
    
    - Francisco, desnúdate, y antes de bañarte pasas por debajo de aquella ducha.
    
    - Sí Margarita
    
    El hecho es que nos desnudamos todos, mi hija sabe perfectamente que yo siempre en casa me baño desnuda y yo sé que ella también. Me sorprendió el futuro marido de mi hija, me felicité por ella, tenía un pene de muy considerable tamaño y el pobre no sabía cómo esconder su erección. Mi hija se dio cuenta y se echó a reír.
    
    - Francisco, no hagas esfuerzos en taparte, mi madre no se asustará al ver tu pene erecto, ya ha visto y ve muchos cada día, ja, ja, ja…
    
    - Vale Margarita.
    
    - ¿Te gusta mi madre cariño?
    
    - La verdad es que está muy bien.
    
    - ¿Quién te ha puesto caliente, mi madre o yo?
    
    - Tú Margarita
    
    - Mentiroso, ja, ja, ja…
    
    - Perdona Margarita, es por la novedad, la situación…
    
    - Ya te daré yo a ti novedad ni puñetas, venga échate a la piscina a ver si con el agua se baja esto, no vayas a lastimarnos con esta polla tuya.
    
    - Sí, Margarita.
    
    Francisco se echó al agua. Mientras mi hija me contó que el ginecólogo la había mandado a un especialista para ver su embarazo, ya que el niño que llevaba en la barriga estaba mal posicionado dentro de la matriz. Eso requería mucho reposo, pero que había venido aquí, para ver a este especialista en el hospital. Me contó también ...
    ... que debido a esto llevaba ya un mes sin follar, el ginecólogo le ordenó no hacer el acto sexual hasta saber a ciencia cierta si el feto se posicionaría, que si no, tendría que estar los últimos dos meses estirada en la cama, y que tendría que parir por cesárea. Esto me entristeció un poco, al ver que a ella le resbalaba una lágrima también.
    
    Para cambiar de tema y alegrar un poco nuestra conversación fui a por las cazuelas, platos y cubiertos y una botella de cava dentro de la cubitera. Mientras yo ponía la mesa, Margarita con su barriga se fue dentro de la piscina con su marido. Los veía jugar, abrazarse besarse, se les veía felices.
    
    Imaginé que el sexo lo debían de solucionar a base de mamadas y chupadas mutuas, si mi hija no podía follar, algún remedio le tenía que buscar para que aquel mocetón tuviera sexo, y ella también. Sexo oral. Estaba yo en esta divagación cuando salieron los dos de la piscina. A Francisco no le había bajado el rabo ni con el agua, y seguramente jugando con mi hija en el agua, aún más caliente se habría puesto ya que su empalme era bestial.
    
    Tengo que reconocer que mi chichi reaccionó ante la vista de aquella enorme polla que se gastaba el muchacho. Si no hubiera sido el marido de mi hija, seguramente ya lo tendría sometido a mi lívido y dando placer a mi coño.
    
    Mi hija se debía percatar de mi estado, y se reía de la situación.
    
    Comimos, bebimos y después fui a por los postres, el café y mi cajita de marihuana. Mi hija dijo que ella no ...
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