1. Colaboraciones: Sylke. El reencuentro


    Fecha: 11/04/2025, Categorías: Infidelidad Autor: RayFenix, Fuente: TodoRelatos

    ... noté como sus manos bajaron desde mis hombros hasta mis pechos agarrándolos con fuerza.
    
    Mateo... -. Susurré suspirando sin saber muy bien lo que sentía, pero mis contradicciones eran superadas por el deseo.
    
    Apartó una de sus manos para agarrar la mía y llevarla hasta su fuerte abdomen. Fue algo instintivo, pero en ese momento no dudé en introducir mi mano en su entrepierna, notando como se ponía cada vez más dura con mis caricias.
    
    Déjame que te vea bien -. Dijo girándome por los hombros y poniéndose de frente a mí, pero sin que yo sacara la mano de sus pantalones.
    
    Lanzando un suspiro de satisfacción se quitó la camisa y se bajó los pantalones dejando a mi vista ese enorme miembro bien depilado.
    
    Siempre imaginé que la tendrías grande -. Logré decir con una sonrisa nerviosa, a la que Mateo respondió con un apasionado beso.
    
    Notaba como mi cuerpo se iba relajando con forme mi excitación aumentaba. Al instante no dudo e introdujo su mano dentro de mi tanga. Hasta ese momento no me había percatado de lo húmeda que estaba.
    
    Joder, Mateo... -. Fue lo único que alcancé a decir.
    
    Noté como sus dedos comenzaban a jugar con mi clítoris, a lo que yo respondí aumentando la intensidad de mis movimientos sobre él. Lo que tantas veces había soñado con tener ese miembro entre mis dedos, me parecía que seguía siendo eso... un sueño.
    
    Seguimos besándonos y masturbándonos mutuamente, con intensidad, pero lentitud, casi como dos inexpertos, como dos novios en su primera ...
    ... cita, sin saber cuándo parar o cuándo dar el siguiente paso. Por mi mente pasaron aquellas conversaciones que ambos teníamos pensando en cómo sería nuestra primera vez, siempre hablando de terceras personas, pero sin decir realmente que lo que queríamos era estar el uno con el otro.
    
    Comencé a gemir al notar como dos de sus dedos se introducían en mi interior mientras notaba como su polla palpitaba en mi mano. Admito que si hubiéramos seguido así por más tiempo iba a terminar por correrme irremediablemente, hasta que en ese instante pasó por mi mente la imagen de mi marido. Entonces paré en seco y solté esa polla dura que se balanceaba frente a mí.
    
    Podemos parar si quieres -. Me dijo Mateo con dulzura como si me hubiera leído la mente.
    
    Mi cabeza era un torbellino de pensamientos e imágenes que se entremezclaban. Por un lado, estaba mi familia, mi marido, nunca había sido infiel, jamás se me habría pasado por la cabeza. Pero por otro lado estaba con Mateo, el que había sido mi amor platónico de juventud y aunque ya no era una niña, es más, precisamente por eso, sabía que quizá no habría otra ocasión. Me tomé unos segundos para respirar profundamente, pero no para valorar el bien o el mal, sino lo que mi propia mente y mi propio cuerpo me dictaban.
    
    No quiero parar -. Le dije a Mateo mirándole fijamente a los ojos.
    
    Me separé ligeramente de él para ver el cuerpo que conservaba a pesar de la edad. La decisión ya estaba tomada y lo iba a disfrutar.
    
    Espera -. Le dije ...
«12...456...»