Recordando viejos tiempos - Relatos Eróticos

Recordando viejos tiempos

RECORDANDO VIEJOS TIEMPOS

Aitor se había bajado una app para ligar en línea. La verdad lo había hecho más por aburrimiento que por ligar, pero bueno, le iba a dar una oportunidad. Empezó a hablar con un hombre de parecida edad a la suya. De hecho, en ese momento en la app ponía que tenían la misma edad.

Estuvieron hablando varios días porque ninguno quería ir a saco hasta que el otro un día le pidió foto e intercambiaron la foto. Se conocían de cuando iban al instituto, pero ninguno sabía de los gustos del otro. Bueno Aitor hacía unos años se había enterado que Edu, que así se llamaba el otro hombre, le gustaban los hombres.

Ahora los dos sabían quién era el otro y parecían comportarse de forma más cohibida que al comienzo. Como si cualquier movimiento fuera a desatar alguna tormenta. Por fin, se decidieron a quedar. Aitor debía ir a casa de Edu. Para ello debía subir varias calles. Tenía que subir una cuesta.

Por el camino fue dándole vueltas a lo que estaba claro que ocurriría. Por lo menos ver como se sentirían los dos uno frente al otro. Por fin llegó y toco el timbre del portal. Edu le abrió desde arriba. Subió en el ascensor y cuando llegó arriba Aitor, el otro hombre lo esperaba. Se quedaron mirando y comenzaron a besarse.

Primero con timidez, sobre todo Aitor, luego cada vez con más pasión. Edu le separaba varias veces y le escupía en la boca y alguna vez en la cara. Eso le sorprendía a Aitor que no se lo esperaba. Era como humillarle, pero le excitaba. ...

... Y le excitaba mucho. Edu lo fue conduciendo hasta el dormitorio.

Allí Edu comenzó a desnudarse. Aitor aprovechó a hacer lo mismo hasta quedarse desnudo. Edu ya lo estaba. Aitor se fijó en su polla. No estaba dura pero ya parecía bastante gruesa, más bien muy gorda. No se podía hacer una idea de la longitud que fuera a tener, pero era muy gruesa.

Aitor se sentó en un lado de la cama y comenzó a dar besos a la polla de Edu. Primero en la punta para luego lametones que partían de la base de la polla hasta la punta. Luego los huevos, un par de cojones muy grandes. Los introdujo en su boca con delicadeza para jugar con ellos. Con la mano acariciaba la polla que iba creciendo.

Sabía que iba a crecer y estaba en lo cierto. Tenía ya un tamaño considerable y Edu se agachó para volver a escupirle. Lo hizo varias veces y le hizo tumbarse boca arriba en un lado de la cama. Edu se inclinó sobre su boca y ahora le follaba la boca sin miramientos, Aitor se ahogaba y la polla ya estaba adquiriendo dimensiones considerables.

Estaba llegando un punto que era un pollón.

Te la quiero meter---- dijo Edu tras sacarla y volver a escupir en la boca de Aitor.

Edu cogió una almohada y la puso transversal en la cama. Era algo dura con lo que para el fin que quería era mejor. Hizo que Aitor se colocase boca abajo sobre la almohada boca abajo. De la mesilla de noche sacó un tubo de lubricante y con calma abrió el tapón. Introdujo la pequeña y estrecha cánula en el ano de Aitor y apretó ...