1. Compañero de piso lesionado


    Fecha: 10/01/2025, Categorías: Gays Autor: Garion de Riva, Fuente: TodoRelatos

    ... yo saliese del cuarto ya estaba soltando un potente chorro contra la cerámica.
    
    - ¡Podrías haber esperado al menos cabrón!
    
    - No podía aguantar más… Además voy a necesitar ayuda también para ducharme tío, tengo que taparme las escayolas con bolsas y no podré enjabonarme.
    
    - ¿Es broma, no? –no daba crédito. ¿Quería que le enjabonase yo?
    
    Y no sólo resultó no ser broma sino que 5 minutos más tarde lo tenía desnudo bajo el chorro del agua mientras le pasaba cuidadosamente la esponja por su magullado cuerpo. Debido al judo y a las horas que pasa en el gimnasio semanalmente tiene una forma física envidiable y unos músculos muy definidos, que yo me entretuve en contemplar así como limpiar a conciencia. Afortunadamente pude hacerlo desde fuera de la bañera por lo que la ropa ocultaba mi incipiente erección. Procuré no recrearme más de la cuenta, pero creo que fui incapaz de disimular mi nerviosismo.
    
    5 días después la muñeca había mejorado mucho y como ya tenía más movilidad en el brazo podía apañárselas mejor, pero aun así yo tenía que seguir duchándolo debido a que las bolsas le tapaban ambas manos.
    
    - Tío, he quedado con Sara, la de clase, en una hora. Necesito que hoy me des un buen repaso cuando me duches. Por todos lados, ya me entiendes –me dijo guiñándome el ojo.
    
    - ¡Joder Cristóbal, que he quedado en media hora y me tengo que duchar yo también! ¿No podías avisarme antes?
    
    - Bueno hay tiempo de sobras, ¡no te estreses! Nos duchamos a la vez y así ahorramos ...
    ... tiempo. Total, ya me tienes más que visto –y riéndose sin más fue hacía el lavabo donde empezó a desvestirse. A veces era exasperante.
    
    Cuando entré en el cuarto de baño ya se estaba bajando el bóxer ancho de tela que llevaba, ofreciéndome un primer plano de su culazo, cuyas nalgas eran casi lampiñas. Tragué saliva y miré hacia otro lado, intentando mantener la entereza y no ponerme nervioso. Se giró hacia mí, y desnudo y sonriente me ofreció las bolsas para las escayolas. Se las puse, y procedí a desnudarme mientras él me observaba.
    
    - Deberías ir más al gimnasio -me dijo al tiempo que entraba en la ducha y torpemente encendía el agua-. Con el cuerpo que tienes seguramente en nada estarías mazado.
    
    - Ya sabes que soy demasiado vago para ir todo lo que haría falta –repliqué al tiempo que entraba en la bañera y corría del todo la cortina-. Venga, que no tengo todo el día, ponte bajo el agua.
    
    Dándome la espalda se metió debajo del chorro, mojándose el pelo y creando un reguero de agua que corrió por su espalda y se perdió entre sus duras nalgas. Eché un chorro de jabón en la esponja y comencé a enjabonarle la espalda, haciendo movimientos circulares y acariciando sus músculos con la mano libre. Fui bajando con la esponja, masajeando sus nalgas y pasando la esponja por la raja, y poniéndome en cuclillas procedí a limpiarle las piernas. Normalmente las llevaba depiladas pero el pelo le había crecido ya desde la última vez. Una vez limpias, iba a levantarme para seguir ...
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