Corazones caprichosos 7: viendo follar a los suegros
Fecha: 24/12/2024,
Categorías:
Dominación / BDSM,
Hetero
Voyerismo
Autor: NaranjitoCrema, Fuente: SexoSinTabues30
... planeta, el tiempo tal vez se detuvo, era una sensación indescriptible, una sensación que lo elevaba, casi como expulsarlo del cuerpo.
—Llegaron, llegaron —dijo lorena.
Lavanni ni se enteró cuando lorena se levantó, tal era la intensidad del momento que por poco y se desmaya.
– lorena, estás ahí —dijo cristina desde fuera.
—Sí, mamá, ya salgo.
Lorena se arregló a la rapida, se colocó una braga blanca jeans negros, camiseta negra manga corta y salió a atender a sus padres, siempre preguntones y atentos. Cuando volvió a la habitación, lorena volvió a ponerle seguro a la puerta, y tomándolo del pene lo condujo hasta el baño. Y apenas entraron al baño, lorena se arrodilló y empezó a chuparle el pene. Lorena empezó la felación, excitadísima, con desesperación Chupó y lamió como toda una loca desquiciada mientras lavanni disfrutaba una mamada antológica. Solo como lorena sabe darlas.
Esta vez lavanni aguantaría más de cinco minutos para la suerte de su novia a la que tanto le gustaba meterse su penesito a la boca y cuando su sumiso novio le avisó que estaba por correrse, ella dijo con rostro de excitación y ...
... perversión, con su tierna y dulce voz:
—¡Échamela en la boca!
La frase desencadenó el desenfreno y locura absoluta en todo el organismo de lavanni que jadeó mientras eyaculaba en la boca de su novia, siendo ella que le sujetaba del pene. Perdió levemente el equilibrio y por instantes sentía sus piernas desfallecer debido a la intensidad del momento, la preciosa cara de su novia, los chupetones que ella brindaba a su pene, el dolor del placer de eyacular. Jadeó e hizo buen ruido y aunque sus suegros desde lejos pudieran haber escuchado sus gemidos de placer y dolor, bastaba con inventarse la respuesta.
– Dios! —continuó gimiendo con sufrido y agudo placer. Mientras lorena continuaba devorando su pene como si de un delicioso postre se tratara.
A los pocos minutos, lorena salia vistiendo una sudadera de su hermano que la cubría hasta los muslos no llevaba braga, solo llevaba el sujetador del conjunto de lenceria y andaba descalza.
—Muchacha, ¿En qué momento llegaste que no me di cuenta? —preguntó su madre levemente sorprendida.
—Estaba en mi habitación, mamá —respondió ella con una tranquilidad y naturalidad.