Las más zorronas de la clase y el profesor carca
Fecha: 09/12/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: GataMojita, Fuente: TodoRelatos
... reto”
Paseando por el parque Lázaro, se siente agradecido por haber encontrado un sitio tan idílico cerca de su casa. No obstante, tras cinco días en Fuerte Castillo, ya ha asumido que, aquí, los desconocidos no se saludan, ni siquiera cuando se cruzan por los caminos de un frondoso edén que bien podría calificarse de oasis frente al ajetreo de la gran ciudad.
“Creo que este será el nuevo escenario de mis carreras matutinas”
Tras la mudanza, las consecuentes gestiones administrativas, la decoración, la exploración de ese nuevo entorno, su asimilación… Martín siente que ha llegado la hora de recuperar sus hábitos:
“Puedo hacer meditación en la azotea. Ahí nunca sube nadie. Lo llenaré de plantas y será mi nuevo santuario”
A pesar de que tan soleada positividad no deja de animarle, un recelo perenne se hace escuchar desde el rincón más recóndito de su consciencia. Dicha inquietud hace referencia a la zozobra que le provoca el trato femenino que brota, continuamente, en su nueva etapa docente; sobre todo, en el seno de su alumnado:
“Katia, Paula, Mía, Ainara, Nerea, Sonia... Todas son hermosuras celestiales; excepto Berta. Imagino que en cada clase hay una oveja negra... ... y gorda”
Martín siempre ha tenido una relación complicada con el género opuesto. Desde que, en sus años mozos, sufriera los desgarradores estragos de un primer amor frustrado, aliñado con la humillación de una virilidad disfuncional, se ha mantenido al margen de las mujeres, y se ha ...
... negado a darles un papel protagonista en su tesitura emocional.
“He pasado tantos años confinado en las montañas que había olvidado lo que era la atracción sexual. ¿Cuánto llevaba sin estar cerca de chicas jóvenes? El mayor estímulo femenino que visitó el Calderón y Verdera rondaba los límites de la tercera edad”
Su pretérita vida monacal lo había preservado, durante casi tres décadas, de los peligros que suelen acompañar a las más bellas mujeres; quizás sea por ello que se siente tan vulnerable, ahora, removiendo un caldo de cultivo repleto de hormonas adolescentes, empoderamiento feminista y desinhibición.
“Ya me acostumbraré. Aprenderé a sobrellevarlo con el tiempo. Lo más importante es que no se me note. No las puedo tratar distinto a ellas que a ellos. Creo que lo hice bien el viernes. Solo tengo que mantener esa dinámica”
No se equivoca, pues, a lo largo de toda la jornada, su mezcla de perspicacia y elocuencia; de seriedad y humor; de autoridad y calma… su buen hacer sobre la tarima causo el efecto deseado sobre sus alumnos. Apenas tuvo que levantar la voz un par de veces. Consiguió que aquel imberbe rebaño estudiantil, con severos déficits de atención, le escuchara y entendiera sus lecciones; incluso suscito interrogantes de cierto interés.
“Mía me puso entre la espada y la pared. Vaya ratita de biblioteca tan sabionda. Tendré que tener cuidado con ella o terminará por vencerme con alguno de sus razonamientos”
Martín no lo sabe todavía, pero la avispada ...