En Semana Santa me reúno con mi familia política
Fecha: 22/11/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: El Manso Embravecido, Fuente: CuentoRelatos
En Semana Santa, mi mujer, mi hija y yo solemos reunirnos con la hermana de mi mujer, su marido, su hija de 20 años, su hijo de 18 años y mis suegros, en casa de estos, para pasar unos días.
Mi suegro es miembro de la cofradía del Cristo del Pene Circuncidado y mi suegra es miembro de la cofradía de la Virgen del Himen Perpetuo. Son ultra conservadores y muy beatos los dos.
Mi suegro, hace más de veinte años, tuvo un amago de infarto al descubrir que sus dos hijas eran más “liberales” que las gallinas. Por si fuera poco, hace cosa de tres años, le volvió a repetir otro amago de infarto (este, más fuerte), al descubrir que su único nieto pierde aceite, que tiene más pluma que McNamara cantando “Voy a ser mamá”.
Con estos antecedentes, yo intuía que la reunión iba a ser un desastre… sobre todo para los viejos, aunque no son tan mayores, rondan los sesenta y pico.
Algunas escenas que voy a narrar ocurrieron en la realidad, otras, sin embargo, son fabulaciones añadidas para darle más colorido, aún si cabe, a la historia. ¡A ver si consiguen distinguir unas de otras!
El Jueves Santo por la mañana, mi mujer, mi hija y yo llegamos al chalet de mis suegros. Allí estaban ya mi cuñada, su marido y sus dos hijos, que habían llegado la noche anterior.
Mi suegra para tener 63 años no está nada mal, tiene un buen revolcón. De cara se parece mucho a sus hijas pero con veinte años más, claro. Su media melena plateada te deslumbra. Se llama Tere y aunque viste muy ...
... clasicona, no puede evitar mostrar un cierto atractivo y una sensualidad desbordantes. Tiene un contorno corporal exuberante y unas piernas tan bien delineadas que te hacen la boca agua.
Mi suegro se llama Gilberto, aunque yo lo llamo Gilipollas en petit comité. El hombre no anda bien de salud, por lo anteriormente expuesto, y además, sufre de una diabetes muy complicada. Es un secreto a voces que es impotente desde hace por lo menos diez años. Su mujer no es frígida (de esto se percata cualquier hombre perspicaz a simple vista), por lo que tendrá, seguro, algún juguetito sexual por casa escondido.
Mi cuñada es dos años más joven que mi mujer. Se llama Eva y está casi escuálida comparada con su hermana, la cual tiene más carnes. También Eva es más alta que Sonia, mi esposa. Mi cuñada es una cachonda mental… y sexual, por supuesto.
En alguna salida nocturna que hacemos los dos matrimonios surge el tema, medio en broma medio en serio, de hacer un intercambio de parejas entre nosotros. Una vez pasados los efectos del alcohol, todo queda en nada, pero mi cuñado y yo en ocasiones hablamos del tema. Cuando estamos solos, él me relata cómo es Eva en la cama y yo le narro cómo es Sonia en el catre. Fantaseamos con la idea de intercambiarnos a las hermanas. A mi cuñado le pone mucho mi mujer porque tiene más carnes donde agarrarse. A mí, su mujer también me la pone bien dura, pues las mujeres escuálidas, planas como una espátula, son más manejables, al pesar menos, y las puedes follar ...