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Pareja viciosa y dominante
Fecha: 30/10/2024, Categorías: Dominación / BDSM, Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... buen rato follándome cambiando de ritmos la sacó de mi culo para girándome y quitándose el preservativo incrustarme la boca donde enseguida derramó una corrida abundante y espesa que tragué entera para luego todavía con algún resto en la boca el hombre darme una apasionado morreo. El hombre se puso los pantalones y yo me puse el chándal sobre la ropa de hembra que llevaba me quite la peluca y salí a enjuagarme la boca mientras el hombre se puso a orinar exhibiendo su chorra que todavía permanecía con buen tamaño. Sígueme, resonó en mis oídos y salí tras de él para luego colocarse a un lado mío y empezar a conversar sobre lo puta que era. Preguntándome si tenía más ganas de polla y que si quería ser follada más. Mi respuesta fue afirmativa con la cabeza, y este tipo me dijo que iba a satisfacer mis deseos. Una vez en el aparcamiento nos subimos a un coche donde me dijo que me quitase el chándal que llevaba encima de la ropa y me volviese a poner la peluca.,perpleja obedecí y así lo hice con unas gafas de sol la peluca y vestida de tía el hombre cogió mi bolsa y la metió en el maletero. Ahora mismo me perteneces a mí y durante unas horas haré lo que quiera. No voy a negar que nerviosismo y miedo se mezclaban a partes iguales. Puso el coche en marcha y salimos de la zona comercial mientras él acarició a mis piernas y de vez en cuando me pedía besarme besos que eran lascivos con lengua Nos desplazamos unos kilómetros hasta llegar a un polígono industrial ...
... donde paró el coche y me mandó a salir y estuviese callada y que no me quedaba otra que obedecer. El tipo arrancó el coche y se fue quedándome yo vestida poco más que de fulana con un bolso colgado del hombro con condones lubricante y unos kleenex y las llaves de mi coche y teléfono. A los minutos recibió whatsapp donde se me indicaba que buscase un número de pabellón y puerta tarde aproximadamente quince minutos en buscar la puerta cruzándome con algún trabajador del polígono y algún coche de paso. Toque el timbre de la puerta, abriéndome un tío con una máscara enfundado en un mono de trabajo, sobre en un ochenta de altura corpulento una voz ronca que me hace pasar. Automáticamente me coloca una cadena con un candado y poco más de un metro de cadena llevándome a donde él quiere. La nave está en desuso y entramos en una habitación donde hay una gran cama y donde me obliga a tumbarme boca arriba atándome ambas manos a la parte superior de la cama. Acojonada con miedo pero con una excitación increíble el hombre me hace una pregunta quieres ser y que te trate como mi perra, por la situación donde estoy atada con el cuello con una cadena travestida y a más de veinticinco kilómetros de donde tengo mi coche no tengo muchas opciones y le contesto que sí. El hombre se despoja del Moro tiene una verga bien empalmada algo mayor que dieciocho centímetros gruesa tiene un anillo retardante y el capullo gordo y brillante. A partir de ahora me suplicarás y me pedirás ...