Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora - Relatos Eróticos

Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora

... dio un paso hacia atrás algo consternado por lo que estaba viendo.

¡GLUP! ¡GLUP! ¡GLUP! ¡GLUP! ¡GLUP! ¡GLUP! Cerca de la puerta un hombre fortachón, de pulsera de bronce, tenía contra la pared, de rodillas y con los brazos en alto a una mujer de grandes tetas enmascarada. No sabía bien de qué color era su cabello, parecía marrón o marrón claro, pero por la oscuridad no lo apreciaba bien. Solo su boca y nariz estaban expuestas mientras ese pene, en cuya base había una frondosa y fea mata de pelo negro, no paraba de follarle la boca. Era un lugar todavía más lúgubre que los anteriores y las mujeres parecían sucias, sudadas, demacradas, quizás por la escaza luz que ahí llegada. Sinceramente, de no tener más elección que estar en esa sala, Facundo solo elegiría a esa mujer a la que le follaban la boca sin piedad mientras sendos hilos de baba le caían por el mentón hasta sus enormes tetas. Era muy bonita, aunque sin brillo.

Facundo:¡Ay!-El gordo se sobresaltó cuando Karla llegó hasta su lado y miró hacia el interior, soltando un pequeño quejido de sorpresa ingrata al ver a esas mujeres ahí, incluida a la tetona a la que le follaban la boca. Por un momento agradeció ser la muchacha del bikini de vaca cuyas enormes tetas sacaban leche, porque no soportaría pasar la noche en esas salas y rápidamente dejó de mirar hacia el interior para seguir el camino del pasillo.

Karla:Ya sé lo que significa anal... así que iré a la otra habitación-El gordo sacó la mirada de la habitación ...

... de las mujeres usadas y se enfocó en las dos habitaciones restantes.

Mientras Karla se dirigía a la habitación sin nombre, el gordo creía que no perdería demasiado tiempo en ir hacia la sala cuyo nombre solo decía “anal”. Su amiga de enormes tetas estaba teniendo dificultades para abrir la puerta, pero poco le importó cuando llegó al umbral de esa puerta y debió controlar la tremenda erección que su gordo pene estaba teniendo en ese momento. Era una sala alargada con equis de madera puestas hacia las paredes y con mujeres amarradas con sus culos en pompa. Todas tenían sus muñecas amarradas con cadenas en cada uno de los extremos de las equis y todas contaban en sus bocas con sendas bolas de goma; sus cuerpos estaban rayados con obscenidades: puta, perra, tragona, sucia, hedionda, depósito de semen, estúpida, basura, etc. Sus maquillajes negros estaban corridos y algunas se movían con el único fin de poder desatarse de ahí. Solo había un hombre, hacia el final, que le estaba taladrando el culo a una muchacha que no parecía mayor que él. Avanzó lentamente por el lugar, notando como las mujeres ocultaban sus rostros con el fin de no ser elegidas.

Mujer: ¡Mmm!-La chiquilla sacudió su culo y lo movió de un lado a otro- ¡Mmm!

Facundo se concentró en ella y un pinchazo en su estómago sintió cuando la reconoció.

Facundo: ¿Fer... Fernanda?

La mujer sacudió todavía más su enorme culo frente a él, queriendo ser desatada y con el maquillaje corrido bajo sus ojos debido a ...