Una Nueva Puta en el Catálogo... es Profesora
Fecha: 29/10/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: el Bardo, Fuente: TodoRelatos
... único que debes hacer es seguir portándote bien-Volvió a suspirar- Tengo miles de llamadas que hacer, adiós.
Luego de cortada la llamada, ambos se quedaron en silencio y al mirarse entendieron de que habían obtenido una especie de victoria. El sudor parecía haber cesado en Ramón y sus ojos parecían descansar luego de semanas de preocupación, por lo que se desparramó en esa silla, relajado.
Daniela: ¿Me puedo ir?
Ramón:S-Sí... claro-Daniela iba directo hacia la puerta mientras tomaba su abrigo- ¡Espera!
Daniela se estremeció y soltó un suspiro cansino, la verdad es que no estaba dispuesta para una petición cochina cerca de las una de la mañana, menos cuando al día siguiente debía ir a clases y, probablemente, con esas horribles mechas rosadas.
Daniela:Tengo sueño-Le hizo una mirada de súplica.
Ramón:Eh... sobre el dinero que viste... el que guarde en la caja yo... te quería pedir que no se lo dijeras a nadie-Tragó saliva, suplicante.
Daniela:No me interesa decirle a nadie-Eso era raro y la mujer decidió que podía quedarse unos minutos más- ¿Por qué?
Ramón:No quiero que nadie sepa que tengo algo de dinero... además, no es tanto-El hombre entendió que no le había dicho mucho a Daniela y su rostro era reflejo de eso- A la Hacienda le pedí dinero, hace unos cinco años y durante todo el año me han amenazado con quitarme este local. Lo he ido perdiendo todo este año, mi mujer se fue y se llevó a mis hijas... no he podido pagar la pensión de alimentos, ella ...
... no me deja verlas. Contigo conseguí una bala de plata, solo una y parece que no me fue mal, por lo menos por un año.
Daniela:¿Te alcanza con un año?-Él se encogió de brazos, dubitativo.
Ramón:Algo es algo-Se esforzó por sonreír- Por eso te tengo un... eh.... no sé cómo decirlo... regalo, quizás.
El hombre buscó entre medio de los papeles desparramados por el escritorio hasta que encontró un sobre, un sobre bastante grueso. Al tomarlo extendió su brazo hacia ella, con algo de dolor.
Daniela: ¿Plata?
Ramón: No es mucho... seiscientos mil pesos... pero es lo que te puedo pagar por lo que hiciste hoy por mí y para no decirles nada a nadie... por favor.
Daniela: Eso ocúpalo para la pensión de alimentos. Tus hijas lo necesitan más que yo-Ingresó al ascensor-Si me entero de que ese dinero no les llegó, quizás diga por ahí sobre lo que tienes en la caja fuerte.
Le guiñó un ojo mientras las puertas del ascensor se cerraban, pero ella alcanzó a ver como el hombre soltaba una sonrisa de auténtica felicidad al saber que ese dinero iría directo a sus hijas.
ACTO II
Alonso: ¡Abuelo! ¡abuelo!-El muchacho se asomó por la baranda de la escalera- ¡Abuelo!
Abuelo: ¡Arrgg! ¿qué pasa? -El anciano apareció en el primer piso mirando hacia arriba con el entrecejo fruncido y refunfuñando.
Alonso: Vendrá gente.
Abuelo:¿Acá?-Su nieto le asintió, algo sonriente- ¿Tus amiguitos?
Alonso: Facundo, Mateo... Karla...
Abuelo:¿Karla? ¿ahora tienes amigas?-Alzó su ceja ...