Prostitutas (Puebla)
Fecha: 20/09/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: Dany trgsemen, Fuente: CuentoRelatos
... condón, se recostó y se abrió de piernas, me acomodé y ahí empezó lo divertido. Para acomodar mi pene dentro de su vagina, traté de abrírsela un poco con los dedos a lo que ella reaccionó con un pequeño grito, me pidió que no le metiera los dedos ya que podrá “echilarse”. Esa reacción me desconcertó y pregunté por el significado de eso. Me respondió que algunos de sus clientes le han metido los dedos después de haber comido chile y eso le provocaba una fuerte picazón. La cama estaba junto a una ventana y ésta tenía una cortina, con el movimiento que provocó esa situación, la cortina se calló y ella tardó un poco en ponerlo de vuelta en su lugar, mientras lo hacía, yo había vuelto a mi buen humor. Volvimos a tomar posición y ella lo metió por mí. Ella, al igual que otras prostitutas, desviaba la mirada, ya sea a la nada, a sus manos o a su celular. En cierto momento le vi haciendo algunos movimientos y escuché un par de sonidos, le pregunté si había puesto un cronometro es algo común por aquí), ella rio y me dijo que no, entonces me di cuenta que había puesto música. Eran esas canciones genéricas que se escucha por la radio; me preguntó si me gustaba esa música y le dije que me era indiferente ya que hace mucho aprendí a ignorarla. Después de un par de minutos pregunté por una pose, y sin muchas ganas se montó encima de mí, siguiendo con la “charla” ella me llamó amargado, cosa que encontré muy divertida. Para ese momento, estoy seguro de que ella pensaba que yo era un ...
... completo engreído (lo cual es cierto, pero ese no es el punto), pero yo sólo contemplaba su figura, me concentré tanto en cada parte de su cuerpo con no me di cuenta de que mi pene estaba flácido. Ella se cansó y volvió a recostarse, pero como mi pene estaba flácido, me senté frente a sus piernas abiertas empecé a masturbarme. Mientras me masturbaba con una mano, con la otra recorría sus piernas. Ahí me di cuenta de que es una chica con mucho vello, ya que se podía sentir a lo largo de sus piernas, además ella se había depilado el área del bikini, no lo hizo muy bien, pero yo estaba fascinado con seguir tocándola. No me importaba si pene volvía a estar erecto, yo sólo quería seguir viéndola y tocándola. En un punto ella se desesperó y me masturbó ella misma. Recuperé mi erección y me preguntó si le seguía penetrando, pues se estaba acabando el tiempo. Respondí que sí, aunque realmente quería seguir sólo viendo y tocando. Después de unos minutos, el tiempo llegó a su fin sin que yo me eyaculara. No me importó. Estaba yo totalmente satisfecho. Ambos nos vestimos y antes de irnos le pregunté por un tatuaje de la Santa Muerte que tenía (las creencia religiosas me son indiferentes también). Volvimos a reír, pues ella pensó que hablaba del precio de su bracier, ella me contó que se lo habían hecho sin costo. No pregunté más y ambos salimos del lugar. Terminé de tan buen humor que le di dinero a uno de esos sujetos que se suben a los camiones sin siquiera escuchar lo que decía.