El buzon de Marcos. - Relatos Eróticos

El buzon de Marcos.

... pensativo como si queria decirme algo y me preguntaba en medio de nerviosismo "¿Y a ti?. ¿Cómo te va en tu vida intima?" de una vez respondi "Me va muy mal que mi cama es como un tempano de hielo". Marcos me miro sorprendido para decir "No lo puedo creer". Marcos estaba impactado con mi confesion y le decia a él "No lo he hecho por un buen tiempo que siento que la raja de mi panocha se cerro...¿te puedes imaginar?. Marcos me respondia con algo que me sorpendia a mi favor "Si existe la necesidad de tu parte, yo te vuelvo abrir". Bajo una tension los dos sentados en la mesa me quitaba el calzon por debajo de la mesa y se lo ponia en la mesa. Los ojos de Marcos se ponian muy grandes al ver mis bragas en la mesa y me decia que eso lo de mis bragas en la mesa él lo entendia como un si. Mire el reloj de pared y ya eran las 8:pm a una hora para que mi esposo se asomara a casa. Apague la luz de la cocina donde todavia seguiamos y nos acercamos los dos para rozar los labios de nuestras bocas. Me ponia de pie y me levantaba el vestido para sentarme con mis dos piernas abiertas diercto en bulto de Marcos. Por un momento pense que Marcos se habia sacado su berga de su pantalon y le decia en su oido "Estas juganado atrazado nene...ya deberia de estar ...

... ensartada en tu berga". Marcos despertaba y bajaba la cremallera de su pantalon y entonces saco su berga. Tome posicion y me volvia a sentar en Marcos, pero esta vez si sentia la punta de su berga que abria la cerrada raja de mi panocha para quedar toda atavezada en él.. Las silla era fuerte y aguntaba con los movimientos de los dos al coger en la silla de la cocina. Senti que Marcos me tenia hasta los huevos y me gustaba muchisimo. No era asi lo que deseaba, pero ya era un comienzo y la proxima vez estaria mas preparada para que la sesion fuese mas extensa y con mas tiempo. Estaba hambrienta que me comia a Marcos como una fiera en celo y al parecer él tambien estaba en lo mismo...me comia con unas ganas que me llevaba al quinto piso del cielo y de esa manera nos dabamos una acabada (corrida) que nuestros cuerpos quedaron temblando por un par de minutos despues de la acabada o sea corrida. Nos prometimos vernos otra vez para que la proxima vez se tuviera el tiempo requerido y poder coger mas tranquilos los dos. Mas tarde, mi esposo, llego cuando todo habia pasado y miro el calzon mio en la meza y me dpreguntaba "¿Que desorden es esto mujer?". Me disculpe y a los minutos mi esposo cenaba en la mesa que habia sido testigo del encuentro de Marcos y yo.