Confesión de un infiel (2)
Fecha: 20/03/2018,
Categorías:
Infidelidad
Hetero
Autor: AMorboso, Fuente: CuentoRelatos
... preguntó aunque noté que algo se imaginaba. Todo quedó claro cuando fuimos hacia los ascensores sin pasar por recepción y pulsé el botón de la última planta. -Mmm. ¿Has reservado una habitación? -La suite nupcial. Lo mejor para ti. Se me tiró al cuello y terminamos el recorrido del ascensor jugando con nuestras lenguas mientras mis manos recorrían su cuerpo y mi polla totalmente dura, presionaba sobre su estómago. El ascensor terminaba dentro de la suite y solamente con pasar de nuevo la tarjeta llave, entrabas a un amplísimo salón con un enorme ventanal desde el que se podía ver media ciudad, y la otra media siguiendo por una enorme terraza que rodeaba la habitación. De eso nos dimos cuenta después, porque nuestra entrada fue como caballos al galope, deteniéndonos un instante para orientarnos y localizar el dormitorio. No hay que decir que la ropa quedó como un reguero desde el ascensor al dormitorio. Caímos sobre la cama desnudos y sin dejar de besarnos. Cuando me separé para lamer sus pezones, no me dejó, diciéndome. -Fóllame. Necesito sentirte dentro. Para mí fue una liberación. Mi polla estaba a punto de reventar y necesitaba metérsela urgentemente. Ajusté mi posición, que ya casi estaba, situándome entre sus piernas. Ella levantó sus rodillas y las separó bien, para hacerme hueco y facilitar que mi polla cayese directamente en los labios de su vulva. -Mmmmmm Un ligero movimiento mientras me ubicaba, la hizo gemir. Cada vez se separaban más los labios y mostraba más ...
... todo lo que ocultaban. Su clítoris erecto, sobresaliendo como un garbanzo, su interior rojo y muy húmedo, destilando flujo y mi deseado agujero que empezaba a verse detrás de todo esto. Hice un recorrido por toda la vulva. Desde su entrada, evitando meterla, hasta su clítoris y más allá. Ella empezó a pedir más y más y que se la metiese de una vez, al tiempo que hacía movimientos para conseguir que le entrase. Por fin decidí metérsela, recibiéndome con un profundo gemido. -MMMMMM. Empecé a moverme, sacándola casi completamente para volverla a meterla hasta el fondo varias veces, sintiendo cómo su respiración se aceleraba hasta que vi que se encontraba a punto de correrse, entonces la sacaba completamente, frotaba el glande a lo largo de su raja hasta rozar su clítoris y la volvía a meter completamente y de golpe. A la tercera vez, se corrió con un orgasmo intenso. -AAAAAAHHHH. ME CORROOOO. SIIIII. Después quedó como desmayada, pero yo continué moviéndome muy despacio, entrando profundamente y saliendo casi hasta fuera, arrastrando gran cantidad de flujo que mojaba mis huevos y resbalaba hasta la cama, donde se formó una gran mancha. Mientras disfrutaba del suave roce de mi polla con las paredes de su vagina, mi mente me jugó una mala pasada. Estaba pensando en que iba a ser padre de nuevo, cuando me llegó la sensación de que entraba en el camino de no retorno al orgasmo. Solamente me dio tiempo de clavarla hasta el fondo y depositar allí una abundante corrida. Cuando terminé, ...