1. Retiro en las montañas


    Fecha: 16/06/2024, Categorías: Hetero Sexo en Grupo Autor: v1rgilio, Fuente: SexoSinTabues30

    El, es “el tirano” obviamente ese es su apodo. Su nombre es Jorge Sandoval, el todo poderoso vicedirector de producción, lo de “tirano” se le quedo cuando: hace ocho años y dado su carácter como jefe abusador, el nuevo asistente técnico de producción se quejó con recursos humanos por el maltrato de este, sin saber que el propio señor Sandoval era recursos humanos.
    
    Como podrán suponer, el resultado no fue muy favorable para nuestro asistente, las siguientes dieciocho semanas resultaron ser un total infierno. El acoso proporcionado por “el tirano” ciertamente hubiera destruido la moral y los nervios de cualquiera, y Marcelo Hernández era como cualquier otro.
    
    Dieciocho semanas aguantó antes de renunciar, explotado, extenuado, humillado, sin compensación, sin recomendaciones, en otras palabras, destruido.
    
    Marcelo Hernández, el desafortunado asistente técnico desapareció en el olvido y la leyenda de “el tirano” nació.
    
    Pero, no estamos aquí para hablar del pobre asistente.
    
    Jorge “el tirano” Sandoval era un hombre de sesenta y siete años, robusto, no necesariamente obeso pero, si ancho, de rostro severo y moral un tanto… ambigua.
    
    Sus dos amores lo conformaban: Marcela, su venerada esposa con la cual llevaban treinta y seis años de casados, y el dinero, no en ese orden. El dinero la superaba cuatro peldaños más arriba.
    
    Marcela era una mujer de tez blanca, cabello rubio retocado y profundos ojos marrón, pasaba los sesenta y cinco años y si bien, los años no ...
    ... pasaron en vano, aún conservaba un cuerpo apetecible; caderas anchas, nalgas prietas, barriga algo rellena y pechos gordos y esponjosos. Una abuela milf con todas sus letras.
    
    Luego seguiremos con ella, ahora nos centraremos en Jorge y la empresa en ruinas.
    
    Ese era el problema, la empresa en ruinas.
    
    — Jorge, acércate un momento— ordenó Luís Riquelme, el director de producción
    
    y segundo en la pirámide corporativa.
    
    Para Jorge, Luís era un engreído mal nacido que robó su puesto hace diez años. Unos podrían estar de acuerdo con él y que los informes entregados estaban maquillados fraudulentamente, otros aseguraban que Luís era mejor en su puesto que Jorge, lo cierto es que Luís era el presidente y punto.
    
    Ambos se estrecharon las manos y conversaron animadamente, llevando la charla hacía sus respectivas empresas de manera tímidamente como una danza bien coreografiada. Hasta que en un momento, Elías se levantó y dijo.
    
    La charla se prolongó por dos expresos y un capuchino hasta un punto que a Jorge le pareció interesante.
    
    Esa noche Jorge durmió muy mal, no por el destino de la compañía o sus subordinados, mucho menos por el destino de Luís, de eso se regocijaba, el insomnio venía por la incertidumbre de saber que tendría que hacer.
    
    Jorge no tardó en contarle lo sucedido a Marcela, su esposa se asustó cuando escuchó que las cabezas rodarían, su esposo la calmó relatándole el resto de la historia, el dinero, los bonos, el coche y las vacaciones en Tahití, esa parte ...
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