Perversión familiar 11 - Relatos Eróticos

Perversión familiar 11

Y es que al despertarse nuevamente, sentir las sábanas pegadas a su cuerpo desnudo solo provocó que su calentura fuera en aumento, así que decidió salir a buscar una buena verga, y esa era la del panadero, la que la tenía como loca de placer y pasión.

Tomo un pantalón tipo licra y se lo puso sin nada debajo, igual pensó, no lo iba a necesitar, así que al verse al espejo, los labios vaginales sobresalían haciendo que se viera un paquete tremendo y apetitoso, todo un chochon, ella le sonreía a su imagen reflejada, luego busco una blusa ancha y la puso igualmente sin nada, el movimiento de sus enormes tetas debajo de la blusa hacían más que evidente que no llevaba puesto bra, además que por la calentura, los pezones estaban tremendamente duros y erectos.

Se dio otro vistazo en el espejo, una nalgadita y salió de casa, dispuesta a lo que fuera con el panadero.

Para su mala fortuna, vio que la puerta del negocio seguía cerrada, recordó la puerta trasera donde salió la vez pasada que escucho a su esposo hablando pestes de ella, así que decidió ver si podía ingresar por ahí.

Al llegar, había una nota pegada en la puerta:

D. «Por motivo de fuerza mayor, me veo obligado a cerrar durante esta semana, volveré el día lunes, se envió correo a proveedores, sin embargo, si alguno no lo recibió y traen alguna materia prima, favor devolverla, los pagos se realizaran de todas maneras»

ATT: Darío P….

A. Noooooo!!!!!! Maldita sea!!! Y ahora qué hago?

De verdad que ...

... estaba muy caliente, la enorme polla del panadero era lo que necesitaba para calmar sus ansias, y ahora tendría que esperar casi 5 dias para verla.

Pensó en el mecánico, pero no tenía ninguna excusa para ir, y no quería que la gente empezará a hablar, sabía que en estos barrios hay mucha gente entrometida y podrían llegar con esa información a su esposo. Aunque a ella no le importaba, lo que le preocupaba era que su amado hijo se diera cuenta de su nueva actitud de puta en celo, sin sospechar que su propio hijo tenía esa misma actitud de puta y buscando vergas para entretenerse.

Estaba perdida en sus pensamientos cuando alguien la agarró del culo, delicada pero firmemente.

B. Hola mi amor, porque tan solita???

A. Ayyy me asusto!!!! Aquí no, estamos en la calle!!

Era Bruno, el vecino entrometido, que estás vez no quería desperdiciar la oportunidad de comerse semejante manjar.

B. Ah bueno mi amor, pero entonces dónde??? Vamos a mi casita o que???

Amanda lo pensó, aunque si bien tenía muchas ganas de que la penetraran, no quería exponerse a que la vieran entrando a la casa de un hombre y sola, así que mejor que entrara a su propia casa, como apenas se estaban pasando y acomodando, si pasaba algo, solo tenía que decir que lo contrató para que moviera algo en la casa, como se le había presentado al hijo. Pero al igual que al hijo, lo que el vecino quería moverle era ese ardiente culo.

A. No, como se le ocurre….. Vamos a la mía jijijiji

B. Uy mamasita, de ...