A las putas se las trae al motel
Fecha: 04/06/2024,
Categorías:
Confesiones
Autor: cocoliso, Fuente: CuentoRelatos
... bien parada.
- Tu mámamela tantito, solo quiero verte haciéndolo, tantito nada más, ¡¡es que me encantas!!, ¿si se nota verdad?
- Si, si se nota.
- Okey, ya, ya con eso, solo era tantito, pásame los condones.
- ¿Qué dicen? “condones aroma y sabor choco-menta”, wow, a ver si es cierto, te ayudo a ponértelo.
Y comenzó a colocarme el condón con su boca, lo bajó hasta la mitad y lo completó con sus dedos.
- Yo: ¿Cómo quieres que te coja?
- Sentaditos en la orilla de la cama los dos, yo sentada arriba y frente a ti.
- Muy bien, siéntate, vamos a cogerte.
- A ver espera, hace unos días estaba viendo una porno y me gustó como se ve así que no le quiten la tanga, que solo la hagan para un lado y así se la cojan.
- ¿Lo quieres así?, va, hagamos para un lado la tanga, y siéntate arriba de mi, tu acomódate hasta que estés a gusto, aquí la protagonista de la porno eres tú.
- Si, listo.
Y me comenzó a cabalgar con un ritmo lento, despacio, rico, con sus ojos cerrados, pero con cara de deseo.
- Yo: Mira nada más que tetas tan ricas tienes, mmm y así saben, mmmm deliciosas, ¿te gusta montarme?
- Ahh si, me gusta montarme en mi macho.
- ¿y sientes rico puta?
- Siiii, me encanta.
- ¿Qué te encanta?
- Sentir esto mmmm.
- Que rico, ¿verdad?
- Si, si me gusta, mucho ahh.
Seguía cabalgando, con un ritmo y respiración cada vez más rápida, su rostro enrojecido y con la cara de estar ya muy caliente.
- Yo: Ya quería venir a un motel ...
... contigo.
- ¿Si?
- Si, porque me encanta ir a cogerte a tu casa, pero a las putas se les trae al motel.
- Claro, si exacto.
- ¿Qué eres de mi?
- Tu puta.
Mientras me montaba le daba unas chupadotas a sus tetas, y de lo caliente que estaba ya ni sentía las nalgadas que yo le daba.
- Ella: Estoy muy lubricada mmm.
- ¿Si?, ¿te gusta montarme?
- Si mmm, abrázame, bésame las tetas.
- ¡vente puta!
- Ya casi ahh.
- Estas bien bonita, haces unas caritas muy bonitas
- Gracias ahh. Cambiemos, mámamela y méteme el dedo.
La acosté boca arriba, metí mi cabeza entre sus piernas y de inmediato le metí el dedo índice buscándole el punto “G”, mientras mi lengua y labios se apoderaban muy suavemente de su pequeño clítoris.
- Ahh que rico, ¿me sabe a chocolate?
- Si, huele a ti, sabe a ti y al condón, a chocomenta.
- Ahh ya me voy a venir, dale besitos, dale besitos, uhhhh.
Y explotó en un jadeante orgasmo que le hizo estirar las piernas y arquear la espalda, terminó exhausta, y como siempre, al culminar con su orgasmo comenzó a carcajearse y me pidió un minuto para recuperarse.
Habiendo ella descansado un poco, me dijo que seguía yo, y estando así, acostada sobre la cama y yo encima de ella, puse sus piernas sobre mis hombros y comencé a bombearla.
- ¿Te gusta puta?, ¿sientes rico?
- Ahh, si, sigue así, muy rico.
- La gente que nos conoce ni sabe que ahorita te tengo bien ensartada metiéndote toda la verga como te gusta.
- Es ...