Noticias inesperadas, regalos compensatorios
Fecha: 26/04/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... clítoris en mis labios. Y en seguida, pasó a moverse como poseída por el ritmo, y por los golpes de mi lengua en su centro. Intenté pasar mi lengua por su concha, y sentí sus humedades, me estaba cogiendo la boca con furia y sus gemidos me ponían la sangre a hervir.
Sentí que sus manos tomaban mi cabeza, y cómo hundía su concha en mi boca. Sentí la intensidad del orgasmo que recorría su cuerpo. Y sus sabores.
Quería acariciarla pero no podía. Deseaba acariciar esa piel, pero sólo tenía que conformarme con sentir el roce sobre mi cuerpo. Después de ese preámbulo, descendió lentamente, y sentí en mi pija todo el calor de su cuerpo.
No dejó que la penetrara. Sólo podía acariciar con mi miembro sus labios palpitantes, y empezó a moverse otra vez, con intensidad. Hasta que se dejó caer, y se ensartó mi pene profundamente. Soltó un gemido apoyó sus manos en mi pecho.
Se prodigó un nuevo orgasmo, esta vez mucho más húmedo, rodeado de muchos más sonidos y de movimientos circulares, profundos e intensos.
Al salir de arriba mío, mi desconcierto y mi excitación estaban en los extremos.
Sentí su boca en mi pene, y una de las mejores chupadas de mi vida, hacia arriba y hacia abajo, acariciándome en los lugares exactos me llevaron al clímax.
Bebió de mí, hasta la última gota, y aprovechándose de mi relajación, desató una mano, juntó su ropa y se fue. Ro desapareció.
¿Hace falta decir que el enojo con Lila se había evaporado rápidamente?