Cómo convencí a mi cuñado 2 me revienta el culo - Relatos Eróticos

Cómo convencí a mi cuñado 2 me revienta el culo

Mi hermana me había pedido que me quedara en su casa en la tarde y parte de la noche para cuidar a mi sobrino, ya que ella tenía que ir a una reunión en casa de una de sus amigas, algo así como una noche de chicas, mi cuñado Alejandro se quedaría en casa para hacer trabajo de oficina.

Después de aquella noche en que se la chupé y me cogió su trato hacía mí no había cambiado nada, hasta estaba convencida que de lo borracho ni se acordaba. De todos modos me fui con ropa chiquita para ver si lo calentaba, traía una minifalda negra, un top rosa y unas sandalias negras. Cuando llegué mi hermana se fue rápido diciéndome que el bebé estaba en la cuna que si lo oía llorar fuera a verlo para que Alejandro pudiera trabajar. Estaba viendo la tele en su sala con volúmen algo bajo en lo que llega mi cuñado, se sienta a mi lado y me dice: -Que bonita te ves. -Y me baja el top liberando mis tetitas, se acerca y comienza a chuparlas, provocándome una descarga de placer, sus manos comienzan a meterse bajo mi falda, con una me agarra la conchita y la otra las nalgas, le reclamé: -Yo pensé que ni te acordabas porque ya no me pediste que te la mamara.
El se reía mientras seguía excitandome y lamía mis senos me contesto: -No podemos dejar que sospechen, hay que hacer como si nada, pero ahorita que estamos solos, hay que aprovechar. -Me sacó la tanga y con sus hábiles dedos me comenzó a masturbar, me dedeaba bien rico, mi conchita se mojó de inmediato, comencé a tocarle el paquete que ya ...

... se sentía duro, le liberé la verga de su pants y se la empecé a jalar suavemente, el gemía de gusto y me veía, me agarró de la nuca y empujandome hacía abajo me puso a mamarsela, yo disfrutaba ese trozo enorme en mi boca, el movía sus caderas embistiendo, buscando llegar hasta al fondo de mi garganta, él bien excitado me decía:
-Ya te traía ganas, la chupas bien rico. -Luego de unos minutos y una mamada profunda me la sacó y me hizo ponerme sobre él, me penetro la concha y me hacía darme de sentones para enterrar bien su verga en mí, yo me sentía llena con esa cosota. El disfrutaba y me chupaba las tetitas mientras sus manos magraban mis nalgas, con sus dedos ensalivados empezaron a estimular mi ano. Yo gemía mucho pues se sentía tan rico, cuando me di cuenta ya tenía dos dedos adentro de mi recto, ya bien cachondo Alejandro me preguntó:
-¿Me prestas tu culito? -Yo quería darle todo para vengarme de mi hermana, le fije que sí pero que tuviera cuidado de no lastimarme. Me puso a cuatro patas en el sofá y colocandose detras de mi escupió en mi culo procediendo a intentar metermela, me dolía pero yo aguantaba para impresionarlo y hacerlo creer que en el sexo yo era mejor que mi hermana, me lo metía despacio, sacaba y metía despacito y acada intento metía un poco más de su vergota mientras decía:
-No mames, que rico culito, aprietas un chingo.

Moví mi cadera hacia atrás ensartandome por completo, giré la cabeza para verlo y le dije:
-Así está más rico, así metemela toda. ...