En la trastienda con Miriam
Fecha: 14/03/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Aquella mañana de sábado, Anita había ido a visitar unos amigos y yo estaba aburrido en casa. Decidí que era tiempo de ver si podía encontrar a Miriam en su negocio de lencería.Apenas entré al local, esa sensual mujer me sonrió desde lejos.Me comió la boca en un beso profundo cuando me acerqué a ella y su mano bajó a acariciar mi verga a través de mis pantalones. Por supuesto, ya estaba muy, muy dura…“Te extrañé, turro… dónde estabas…?”Me dijo, apenas rompió el contacto de nuestros labios.“Cogiendo con mi mujercita… pero siempre pensando en vos, nena…”Respondí, viendo que a ella le gustaba eso…“Estás buscando algo sexy para esa perra…? Preguntó con malicia.Entonces le dije que, en realidad, estaba buscando algo para lucir mi virilidad durante el verano en Brasil; algo del estilo de una sunga…Miriam se rió con ganas, diciendo que prefería verme en bolas antes que con una sunga. Pero agregó que tenía algo para mí, que iba a gustarme mucho más que una diminuta tanga brasileña…Un poco por curiosidad, decidí hacerle caso.Esa perra entonces me presentó a su sobrina Cecilia, que era una de sus empleadas y le ordenó que se hiciera cargo del local. Después me arrastró hasta el fondo; a la trastienda. Cerró la cortina y volvió a comerme la boca. Después se puso en cuclillas y desabrochó mis pantalones.Mi verga endurecida saltó a su encuentro y Miriam la recibió directamente dentro de su sensual boca. Se la comió entera y comenzó a chupármela, advirtiéndome que no hiciera ruidos, ...
... que pudieran atraer a sus jóvenes y ardientes empleadas…Tuve que morderme los labios para no gruñir de placer, mientras esa perra engullía mi pija y me daba una chupada infernal.Después de hacerme acabar entre sus sensuales labios rojos, se puso de pie, me mostró la boca abierta para que yo viera que se había tragado todo mi semen y me dijo que lo esperara allí…Entró al local y regresó en unos minutos, trayendo varias prendas en sus manos. Una de ellas era una diminuta sunga de color rojo.Miriam me aseguró que ese color me quedaría muy bien.Allí mismo en la trastienda me hizo desnudar y me ordenó que me calzara esa diminuta pieza de tela. Se relamió los labios, diciendo que esa sunga era de menor talla y por eso me marcaba bien mi bulto…La mirada de lujuria de Miriam se me antojó tremenda. Esa mujer tenía una calentura que yo solo no podría sofocar…La turra sonrió maliciosamente, diciéndome que así yo lucía como un verdadero actor porno. O un stripper para mujeres desesperadas…Me volví para mirarme en un gran espejo y al girar nuevamente, encontré que Miriam se estaba desnudando. En un par de segundos quedó vestida solamente con un par de tacos de aguja, que resaltaban sus magníficas piernas torneadas. No se había depilado como siempre yo la había visto y su pubis llevaba una suave pelusa perfectamente delineada sobre sus humedecidos labios vaginales.Mi verga volvió a endurecerse apenas presté atención a esa vulva…“Hoy no vas a cogerme… yo te voy a coger a vos…” Susurró con ...