1. Cambiador número dos (Segunda parte)


    Fecha: 18/09/2017, Categorías: Masturbación Confesiones Autor: infrarrojo, Fuente: CuentoRelatos

    ... acobardé y conjeturé que era demasiado arriesgado. Cerré la cortina de un tirón. Nada se podía ver desde afuera; yo lo sabía. Pensé en fingir que hacía unas fotos porno, solo fingir..., pero luego pensé: ”¿Y si no me cree?”. De manera que abrí la cámara de fotos del celular y me dispuse a hacer unas selfies que me valiesen de prueba. Nada del otro mundo... Quise que fueran naturales, por si tenía que mostrarlas. Me tomé una desde arriba y otra desde abajo, con la cámara frontal, haciendo poses como un verdadero perejil. Y luego disparé contra el espejo, con la cámara trasera del celular, y en esa mostré mis abdominales y fingí al tiempo que me bajaba el pantalón... Quedé bastante sexy. La parte baja del vientre se veía marcada debido a mi extrema delgadez. Salí del baño en cuestión de segundos y Jimena me miró alzando las cejas. Nancy ni se había percatado que yo había abandonado mi puesto de trabajo. ―Ves lo que te digo... ―señalé con falsa naturalidad―. ¡Es un segundo! ―Pero estás mintiendo...―dijo sonriendo―. No hiciste nada. Saliste muy rápido. Cayó en la trampa. Yo había guardado las evidencias precisamente para refutar alguna afirmación de esa clase. ―Si no fuese lesbiana ―dije sonriendo―, sin dudas te mostraría alguna foto. Pero creo que podría darte asco... Y una carcajada Jimena hizo que Nancy escuchase y se diera vuelta. ―Las conchas me gustan demasiado ―dijo Jimena al instante, y abrió los ojos sorprendida por sus propias palabras. Yo también me eché a reír, pero ...
    ... sentí un ligero escalofrío por el cuerpo al oír esa frase en boca de mi compañera. ―Pará, pará... ―dije todavía riendo―. Es peligroso que te muestre las fotos. ―Entonces pensabas mostrármelas... ―dijo evidenciando que estaba muy atenta―. Ya no podés retractarte. Mostrame las fotos ya mismo. Sin pruebas, no puedo creerte... Y si no te creo, yo tampoco me voy a animar a mandarle algo a Ana. ―Ah... Después de todo lo estás considerando. ―La emoción se había adueñado de mis partes íntimas y mi pija creo que quería celebrar. ―Dale, a ver..., dale ―dijo Jimena y se asomó al mostrador―. Mostrame rapidito, que Nancy no nos mira. Me sentí un poco intimidado, debo confesar. Yo tenía el celular en la mano y Jimena se veía ansiosa... El problema es que dentro del celular yo tenía mucho porno fuerte, así que no podía revisar la galería de fotos frente a sus ojos. ―A ver... ―dije un poco nervioso, y traté de alejar la pantalla. Puedo decir, aunque no tenga pruebas de ello, que Jimena estaba un poco caliente también. De pronto, noté que sus pezones estaban algo parados y se marcaban en la remerita color blanco que vestía. Esto me puso todavía más ansioso. ―Mandé esta... ―le dije, mientras le mostraba el teléfono― y las siguientes dos. Jimena aguzó la vista y se mantuvo un segundo en silencio. ―Eso no es porno ―insinuó, redoblando la apuesta―. Y ciertamente no estabas por masturbarte... ¿O me equivoco? Nancy volvió a mirar, en una rápida relojeada. Rogué a Dios que no se acercara... ―Podría ...