Alicia y Cristina
Fecha: 03/03/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: adalberto1979, Fuente: SexoSinTabues
... Alicia. Mi pene se tensó y el semen disparó de nuevo en esta niña, y de nuevo, otra orgasmo infantil, sentí al mismo tiempo como aumento el flujo en la vagina de Alicia. El orgasmo era increíble. Esto se sentía tan bien. ‐ Oh! Oh! Otra corriente al venirme a chorros en el coño. ‐ Oh! Mierda, se siente tan jodidamente bien mierda mierda mierda aaahahhhhh ‐ "Oh! Oh!-- gritó Alicia desesperadamente-- puto te estas viniendo en mi coñito de bebe, siento tus chorros de esperma caliente en mi pequeño coño de mierda aaahhh se siente tan bien si aahhhhhh. Puedo sentirlo golpeando el interior de mi coño. Esta es la mejor sensación del mundo. Mierda!! Sigue metiéndola y sacando, Sigue cogiéndome. Sigue disparando dentro de mi coño caliente. Estoy llegando una y otra vez--- la niña ponía los ojos en blanco como la ms putas de las mujeres del mundo Mientras me gritaba tantas sandeces se inició otra oleada en mi. Me Vine de nuevo. Otra carga de mi semen salió disparado de mi pene a esta niña caliente. Otro, y otro. ‐ Oh! Puta Alicia--- se sentía tan bien. Nunca había tenido nada que se sienta tan bien--- Oh, pequeña Alice Me encanta follar su coño de bebé. Mi verga está en llamas. Tu pequeño gatito es tan bueno que quiero follarte una y otra vez—decía yo mientras seguía bombeando con furia y sacando los últimos chorros de leche ...
... que depositaba dentro de ella. Mi pene se tensó de nuevo y otro flujo de semen disparo en el cuerpo de la niña. Mi cuerpo se estremeció cuando mi pelvis se movía adelante y atrás embestir mi pene dentro y fuera del maravilloso coño apretado de la niña. Empujarlo hasta el final y volver atrás. En su cuerpo una y otra vez. Su suave y flexible coño estaba masajeando mi verga mientras se deslizaba a lo largo de las paredes, el bombeo a alta velocidad, el bombeo dentro y fuera del cuerpo de Alice. Lancé una corriente final en su cuerpo y balanceo de lado a fin de no hacer daño a su agitado cuerpo diminuto Colapsé! Yo la abracé a mí y la miré a los ojos brillantes de lágrimas tensas. Ella era tan menudita, tan hermosa, vulnerable, inocente, sin embargo, tan bien instruida por alguien. La besé en los labios suaves y disfrutamos de un momento mágico de la felicidad apacible. Me acarició la cara. ‐ Gracias, sabía que serías tú. Yo que quería que fueras tú. Te amo-- susurró con una sinceridad infantil. Vi sus ojos se mueven hacia los lados y ella sonrió ampliamente. Sus ojos se dirigieron hacia la puerta. Fue entonces cuando me di cuenta de que ya no estábamos solos. Allí, de pie en la puerta abierta, todavía congelada, mirando en silencio, era su madre y una niña de unos once años. Me quede paralizado por el miedo. Continuará