Tremendas nalgotas de mi odiosa hermana - Relatos Eróticos

Tremendas nalgotas de mi odiosa hermana

nervios uuppss hermano te das cuenta de lo qué me estas diciendo,  somos hermanos como es qué te sientes atraído por mi cuerpo, estas loco, yo tuve que armarme de más valor y jalando más aire volví a la carga con tal de hacerme de esas nalgotas sin importar el parentesco,  pues que te digo, te lo dije antes de pedirtelo que era algo loco y prohibido pero la verdad es que eso es lo único que quiero,  si quieres que no hable de tu adicción, mi hermana salió si decir palabra,  yo seguí muy nervioso y tembloroso por esa conversación tan escabrosa, pasó quizá una hora y volvió mi hermana, cuándo estaba a punto de masturbarme, se sentó a la orilla de mi cama y me dijo ok chamaco tu ganas pero nadie tiene que enterarse de esto y solo será esta vez,  yo incrédulo pero bastante excitado pero no tonto le respondí,  pues no es justo solo una vez tu te drogas por días más aún cuando mis padres salen de viaje,  así qué lo justo es que lo hagamos igual cada vez que no estén, uuff mi hermana un poco más relajada y con una sonrisa burlona dijo okey baboso pero no se te ocurra contarle a los ...

 idiotas de tus amigos, increíble situación no puedo darles demasiado detalles pero esa noche comimos como bestias salvajes,  o mejor dicho mi hermana me cogio a placer,  yo no tenía experiencia alguna,ella me enseñó a coger y como hacer sentir a una mujer, semanas después cogiamos,como recién casados aprovechando cuando viajan nuestros padres, mi hermana era una mujer tan golosas y perversa que jamás imagine me enseñó a dar y recibir sexo oral delicioso sabor de su jugosa panocha peluda, abundante lubricacion emanaba tanto qué con sus jugos me enseñó a lubricar su culo dedeando para dilatar y recibir mi verga en su apretado y caliente culo, sus enormes nalgotas devoraban mi verga, increíble, delicioso sexo excitante y perverso,  vivimos tanto fue el impacto que mi hermana dejó las pastillas y la cerveza,coger conmigo se volvió una adicción para los dos,  afortunadamente nunca nuestros padres nos descubrieron  ante ellos nos comportaban distantes como era antes de iniciar esta relación incestuosa,  qué duro unos cuatro años disfrutando de esas chichotas y nalgotas de mi hermana