Sonia II - Relatos Eróticos

Sonia II

Roberto me ayuda a incorporarme y se acuesta de espalda sobre nuestra cama.
Su exponente,nada despreciable,apunta como un cohete hacia el cielo.
Separo mis piernas y quedó montada a horcajadas sobre el cuerpo de mí marido
Lentamente,empiezo a descender sobre la babosa punta que en la medida que bajo empieza a entrar en mí cuerpo resbalando y separando mis labios vaginales.Disfruto de cada cmt.que me va penetrando hasta quedar arrodillada sobre sus muslos y sentir la totalidad de su pija dentro mío.Encojo mí concha abrazando, fuertemente,el tibio pedazo de carne tiesa que empieza a entrar y salir de mí cuerpo.Inclino mí torso hacia adelante y le ofrezco mis tetas a Roberto.Su lengua,pronto se encarga de mis pezones a punto de explotar.
Por un momento me dedico a difrutar de la rica verga que se mueve en mí cuerpo,mientras su lengua agrede,de manera deliciosa mis 2 botones.
Por unos instantes me he olvidado de la gruesa cobra que ronda en las inmediaciones.Tomo conciencia nuevamente de su presencia cuando lo siento moverse a mis espaldas.
Un súbito pánico me invade al sentir la gorda cabeza hacer reconocimiento entre mis nalgas.Mi voz es una suplica en los oídos de mí marido
:"iiNoo,Roberto,por favor!!.Por ahí nooo.
  Me va a destrozar el culo".
Su abrazo sobre mí espalda se hace más intenso obligandome a permanecer en una posición de, absoluta,indefensión.
Es su forma de comunicarme que no comparte mí pensamiento.Por si me quedara alguna duda,su voz ronca me ...

 dice:"Tranquila,mí vida Es solo al principio,luego vas a gozar como nunca"
La punta de lanza luego de algunas subidas y bajadas recorriendo mí huella,se estaciona justo en mí entrada que yo, instintivamente aprieto intentando cerrarle toda posibilidad de acceso.Logro un,efímero, éxito ante la primera y la segunda embestida,pero,no sobrevivo a la tercera.Mi culo es, brutalmente, distendido ante la exigencia de semejante miembro.La,incipiente penetración es, dolorosamente, grosera.
Haciendo gala de una delicadeza inesperada se detiene unos momentos,
dándole tiempo a mí entrada a que se adapte a su nuevo formato.Pero,la tregua,apenas,dura lo necesario para que yo tomé conocimiento que mí culo tantos años protegido nunca volverá a ser el mismo.La, descomunal,pija reinicia su avance dentro mío.La certeza de estar siendo desfondada es inevitable.Mi boca intenta recuperar,
aunque más no sea,parte del aire que la primera embestida expulso de mis pulmones.Mis tejidos se desgarran,mis caderas son obligadas a separarse al igual que ocurre con mis nalgas.Ya nada puede proteger mí entrada trasera.La bestia se apodera completamente de sus nuevos dominios.Yo permanezco en la posición ideal exigida por el fuerte abrazo de Raúl.En una actitud incomprensible y morbosa llevo mí mano atrás para comprobar cuánto falta por entrar.Mi palma se hace puño alrededor del grandioso mástil.Para mí sorpresa descubro que la confirmación de que aún falta enterrarme la mitad me crea una mezcla de terror e ...