1. Jorge, el novio de mi hermanita


    Fecha: 24/02/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Mis pezones se habían excitando, endureciéndose bajo la camiseta. Casi inconscientemente deslicé mi mano por dentro de las braguitas y, pasando un dedo entre mis labios, comencé a acariciarme el coño, mientras introducía la otra mano por dentro de mi camiseta para acariciarme los pechos y pellizcar mis duros pezones. Mis caricias no tardaron en comenzar a agitarme la respiración, fruto de un placer doméstico que tan bien conocía… Entonces mi hermana, alzándose ligeramente, pero aún con más de la mitad de la verga de Jorge clavada dentro de ella, comenzó a girar sus caderas, atornillando profundamente la polla de su novio dentro de su coño. Giró hasta quedarse de rodillas sobre las piernas de Jorge, dándole la espalda y con su polla firmemente alojada dentro de su coño. Laura comenzó entonces a subir y bajar sobre él, mientras que Jorge tomaba con sus manos la cintura de mi hermana ayudando el lujurioso mete y saca. Sus movimientos se tornaron cada vez más convulsos y sus aullidos más agudos, los muslos de mi hermana comenzaron a temblar, y en medio de un profundo rugido, Jorge, agarrando las tetas de Laura, se vació dentro de ella, que al notar el calor de su esperma inundando su cuevita, y tras un convulso movimiento de sus caderas, lanzó un sonoro chillido que dio paso a lo que yo intuí era un enorme y salvaje orgasmo. Estimulada por los lujuriosos gritos de Laura y Jorge, dos de mis dedos se colaron dentro de mi empapado sexo, y en un frenético movimiento de mete-saca, en ...
    ... pocos segundos, justo después de la corrida de Jorge, mi cuerpo me abandonó, inundándose de calor y vertiéndome de placer, me corrí. No pude reprimir un ahogado gemido, que afortunadamente no se debió oír dentro de la casa, lo que por otro lado, era lógico, dado el escándalo de suspiros, gemidos y aullidos que estaban profiriendo Jorge y mi hermana. Girando de nuevo de cara a Jorge, y vencida sobre el cuerpo de él, su culito continuó durante un rato elevándose y descendiendo sobre la polla de Jorge, mientras ambos se besaban y acariciaban, al tiempo que iban, poco a poco, recuperando la respiración. Tras asistir al glorioso polvazo que mi hermanita y Jorge se habían pegado, y antes de que por casualidad me descubriesen oteando, me deslicé silenciosamente dentro de la casa, y con cuidado de no ser oída, me deslicé entre las sábanas, sin poder quitarme de la mente la imagen de Laura cabalgando salvajemente sobre la magnífica verga de Jorge. Antes de lograr dormirme, me quité las bragas y me masturbé en silencio una vez más. A la mañana siguiente nos levantamos relativamente pronto para la hora en la que nos habíamos acostado. Laura, Ana y Luis ya estaban levantados cuando yo me desperté. Serían algo más de las 10. Por el contrario, Jorge aún estaba en cama. No me extrañaba, sabiendo el ajetreo que había mantenido anoche. Laura estaba esplendorosa, con una fenomenal sonrisa dibujada en su pícara carita de niña buena. Lógico, después del polvazo que se había pegado. No pude dejar ...
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