DON RICARDO
Fecha: 23/02/2018,
Categorías:
Gays
Autor: logtree, Fuente: SexoSinTabues
... escuadra a noventa grados y susurró cerca de mi naríz para que lo oliera -Estás bien? Te gusta? -si pa cojeme suavecito -está bien así la boca? -si pa, me gusta mucho -Querés juguito o pollito? -Los dos pa Y escupió un pollo en mi boca que saboreaba mientras él empujaba la pija dentro mio. Y así hizo suavecito. Cuando me incomodaba él se detenía y me toqueteaba los pezones. Eso me ablandaba y metía más y más. Despacio fue acomodando toda la herramienta en mi culo y yo más y más gozaba. Estiró mi pierna, me puso completamente boca abajo, separó mis cantos y me rempujaba levantándome la cola. Yo ayudaba y ofrecía levantándola y gimiendo. Descubrí que el gemido le gusta y lo calentaba y le daba grititos ah! Así! Papito macho mio! Aiaaa!! . Don Ricardo estaba que reventaba, traspiraba mucho y nos pegábamos. Me embestía fuerte, quedaba pegado al fondo y se retiraba despacio. Embestía, permanecía y todo alternado con caricias en los pezónes. En un momento la sacó, me dio vuelta, volvió a toser y escupir un polo en mi ano y dentro fue de ...
... una el palo entero con un gritito mio aaaaiiiiaaaaa. Abracé con brazos y piernas a Don Ricardo y me besaba y me pedía: Eso amor, besame, besame, oleme la boca, ahí va saliva tomá. Y en el mete y saca de esa pija en forma de banana empezó a acabar y acabar dentro mio. Todavía con la pija latiendo y bombeándome, la forma de banana me empujaba la próstata y mientras salía de mi culo la leche que sobraba y lubricaba se incorporar un poco y comienza a trabajarme los pezones justo en el momento en que yo me arqueó y comienzo a acabar con los ojos que se me iban para arriba de placer. Buscó la leche mia en la oscuridad, la tomó en sus dedos, se los puso en la boca y nos besamos largamente hasta que su pija se salió. Tomó su calzoncillo, envolvió su pija y limpió mi culo. Nos abrazamos y nos quedamos dormidos hasta que era ya casi mediodía. Cuando me levanté, Don Ricardo ya había lavado la cocina y estaba en el patio con su tango y su café, desnudo y rejuvenecido. Me acerqué, me besó y haciendo que oliera su boca me dice: somos esposos ahora.