1. Un pasajero que se pasó de asiento y me inicio al lado pasivo.


    Fecha: 15/02/2018, Categorías: Gays Autor: Culitoparati, Fuente: SexoSinTabues

    ... todos como un pervertido. Como se dio cuenta ese cabrón. Le dije que me estaba poniendo un supositorio. Y me pregunta ¿quieres ayuda? Me sorprendió mucho la forma en que me lo dijo, su cara era de una sonrisa maliciosa. Y claro que lo pensé. El hombre era feo, era gordo, era grandote y como de unos 45 años. Pero era eso UN HOMBRE!. Su mirada hacia mi era de malicia y de excitado. Se había dado cuenta de lo que estaba haciendo algo raro y sexual y por eso se acercó a mi. Le dije que ya tenía el "supositorio dentro. Me dijo que me quería ayudar a empujarlo. Y me guiñó el ojo. Eso fue más que una muestra de coqueteo y complicidad. Le dije -Está bien, acérquese!.. Hasta ese momento le seguía hablando de ud., con respeto pos su edad mayor. Retire mi Mochila del asiento para que se sentará. Él mismo retiró la chamarra que me cubría las piernas, para ese momento mi verga ya estaba parada de nuevo. Niño travieso me dijo dándome unos golpes en las piernas. -La tienes grande chamaco! Subió puedo playera para pellizcar mis pezones. -Déjame ver! me dijo. Pidiendo que me girara hacia la ventanilla. Al hacerlo se dio cuanta que tenía adentro todo el dildo. "Que rico culo tienes cabron!!" Se te ve muy rico con eso dentro de ti. Pinche puto!.... Que rico!!! Me decía mientras acariciaba mis nalgas. El mismo empezó a empujar y sacar el dildo de mi culo. Y con otra mano se empezó a desabotonar el pantalón. Yo veía hacia atrás para descubrir lo que guardaba ese señor gordo. En cuanto pude ver lo ...
    ... que tenía entre las piernas me quedé con la boca abierta. Era una verga muy morena, casi negra, gruesa y muy grande. Uno huevos negros peludos enormes. El hombre no tenía pansa como había creído. Era de esos hombres grandotes como luchadores con piernas fuertes, pecho grande y brazos gruesos. Aún que si era muy feo. Pero con esa verga!!... La cara era lo de menos. No pensé más y me giré para agacharme a mamar ese palo negro delicioso. Me acomodé de tal manera que mientras le mamaba ese delicioso mástil grueso de carne, él con su mano seguía empujado el dildo a gran velocidad, lo sacaba y lo empujaba hasta el fondo de mi culo causando un pequeño ruido que temía que lo escucharán los demás pasajeros. No podía dejar de mamar esa delicia. No era posible tal tamaño, no era posible tal sabor, tal olor. Y sobretodo tal excitación en la que ya me encontraba. Su verga era realmente gruesa. Más que el dildo que tenía dentro. Me sacó de golpe la verga artificial y me dijo, -Siéntate sobre mi, métete toda mi verga cabron!!... Se recorrió a mi lugar, yo me levanté mientras se acomodaba bien para luego ir sentadome en ese hermoso falo. Wooooooooooow no manches!!!... En cuanto la cabeza gorda empezó a entrar a mi culo empecé a temblar de placer, ese placer al que había huido era el mejor del mundo. Poco a poco me fui dejando caer sobre esa enorme verga. Fue deslizandose en mi interior gracias al lubricante, pero me causaba también algo de dolor ya que era demasiado gruesa. Él sólo gemía de ...