UNA NOCHE DE PERVERSIÓN TOTAL EN PÚBLICO parte 3 (
Fecha: 15/02/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: gonzo00, Fuente: RelatosEróticos
... clavadas en sus pupilas y se notaban excitados por el bulto que tenían en la parte delantera de sus pantalones, a lado de ellos un anciano con los brazos a sus costados y las manos apoyadas en su cintura, mantenía su saco abierto dejando ver toda la parte de adelante de su camisa y también nos miraba atento, aunque con el ceño fruncido, más al costado dos muchachas nos miraban con total asombro en especial una de ellas que se había agachado hasta apoyar las manos en sus rodillas extendiendo el culo hacia atrás para mirar bien, tenía los ojos y la boca bien abiertos, mientras que su compañera se había puesto algo relaja mirándonos, al mismo tiempo que aprovechaba la postura de su amiga para tocarle el culo con una mano, por lo que caí en cuenta rápidamente que la otra muchacha había quedado más sorprendida porque su amiga le estaba tocando el culo en plena plaza, a la vista de todos, que porque nos estaba viendo a nosotros con las vergas descubiertas. Cuando ya quedamos totalmente relajados sobre la banca, ambos sentados y sin molestarnos en cubrirnos puesto que nos habían visto por demás desnudos y follando. Fue ...
... que él totalmente suelto de cuerpo, lanzó una risita y agarrado de su verga, frotándosela dijo a voz viva y sin quitar la sonrisa de sus labios �quien se anima a hacerlo con nosotros, eh�, él estaba ahí en medio de la plaza agarrado de su verga mirando a nuestros ocasionales mirones, y hablando no sólo por él sino por los dos, ofrecía sexo públicamente, yo pensé que nadie se animaría y quedaría todo entre risas y buenas noches, pero no fue así, a pesar que todos se rieron disimuladamente, nadie se movió de su lugar y luego de unos segundos fue el anciano que, mirando a ambos costados libero sus brazos de los costados y alzando la mano dijo: � Yo sí quiero� y yo no fui el único sorprendido pues de inmediato todas las miradas se dirigieron hacia él, a lo que argumento diciendo: �es que ya me hace mucha falta� y a lo así se fue acercando hacia nuestra banca lentamente, con su paso cansado, puesto que estamos hablando de un anciano de unos 75 años o más. Si quieres leer completo éste y otros lujuriosos relatos incluidos en mi libro digital: �El semen que lubrica la ciudad� escríbeme a mi correo: