La sorpresa de Johan, se llama Marina - Relatos Eróticos

La sorpresa de Johan, se llama Marina

Esa mañana de verano, habíamos acordado con Johan uno de esos encuentros donde regularmente por un par de horas, cogemos sin restricciones. Ella vive a un lado de mi casa y aunque es mi vecina, nunca he visto a su marido, más que en las fotos que cuelgan en la pared. Es madre de un niño con cuidados especiales, y tres veces a la semana lo lleva a una escuela que se especializa en su condición. Aquella mañana me habla al celular confirmando nuestro encuentro en un restaurante para tomar desayuno, para luego irnos a encerrar a mi casa y cogernos como locos. Aquella mañana Johan le agrega una nota de suspenso cuando confirmaba nuestro encuentro: Tony, te llevo una sorpresa que se te va a gustar. Su última nota me inundo de cuestionamientos, pues no imaginaba a que sorpresa se refería, pues con Johan no tenemos límites y esta chica rusa, de cuerpo “petit” y un lindísimo rostro nunca me ha puesto objeción a lo que yo quiero experimentar con ella, así que imaginé que debería de tratarse de algo de lencería. Llegó al restaurante y minutos más tarde llega ella con unos pantalones cortos de color beige y una blusa blanca bien ajustada a su muy cuidado cuerpo donde son notables sus bonitos y puntiagudos pechos. Me da un beso en los labios, ordenamos jugo de naranja y algo liviano para desayunar y entablamos la plática y donde me va revelando la sorpresa de que me hablaba: - Tony, quiero hablarte de la sorpresa que te hablé y confío que te va gustar. - Dime, me tienes inquieto… - ...

... ¿Recuerdas que te hablé de mi amiga Marina? - Si, la que me cuentas está casada con un señor del Perú… - Si, ella misma. Mira, yo le he hablado de ti… ella sabe que tú eres mi amante y hace poco le contaba las experiencias que he vivido contigo. Creo que ella quiere experimentar una experiencia así con un hombre diferente, pero más que todo, creo que tiene mucha curiosidad con experimentar el sexo anal, pues le he hablado de lo intenso que pueden ser los orgasmos. - ¿Es ella tan linda como tú? - A mí me parece una chica muy preciosa… es más alta que yo. - ¿Qué tal si no le parezco o no soy su tipo? - Ella te conoce por medio de fotos y dice que le pareces muy atractivo. Ella está dispuesta a vivir esa experiencia contigo. De hecho, quedamos en que me hablaría en cinco minutos, pues ella está por aquí para que yo le haga saber tu respuesta. En definitiva, ella se comunicaba con Johan en la hora indicada y después de una conversación breve en el idioma de Leo Tolstoi, se sonríe con una mirada picaresca y sonrisa de cómplice: - Tony, ¿qué le digo? - Dile que estoy de acuerdo, que me gustaría conocerla. - Viene para acá en cinco minutos. – me dijo. - ¿No tienes en mente hacer un trío? - Hoy no, quizá en el futuro, pero quiero que el día de hoy, o esas horas que eran para mi, le des placer a mi amiga Marina. Me había hablado de su amiga en varias ocasiones y no recuerdo si me había mostrado foto alguna de ella, pero cada vez que entraba alguna chica al restaurante, imaginaba que era ...