SUEGRAS Y NUERAS - Relatos Eróticos

SUEGRAS Y NUERAS

sexual.
Como mujer,no podía evitar sentir una,sana envidia hacia algo que,podría decirse,jamás había alcanzado.Dentro del tradicionalismo en el que,ambos, habíamos sido educado,la mujer abría las piernas, él hombre se subía, se movía,a veces,contados segundos,y,se bajaba y la mujer cerraba las piernas de nuevo.Eso era todo._
Me sacaron de mis pensamientos los jadeos y gruñidos que venían detrás de la puerta.Sin darme cuenta,la continuidad había empezado a generar distintas sensaciones en mí cuerpo.
Sensaciones que por supuesto no tenían ninguna posibilidad de hallar eco en mí marido.
La sucesión de días no trajo grandes cambios en ellos.Yo no puedo decir lo mismo de mí. Transitar por la casa oyendo tantas manifestaciones de placer a cualquier hora,había empezado a convertirse en una, verdadera, lucha entre mí educación moral y mí cuerpo que recibía y experimentaba oleadas que golpeaban mis oídos y otras partes de mí cuerpo.Una tarde,las exclamaciones eran tan intensas que me vi obligada a, ,desvergonzadamente, acudir a mí dormitorio y calmar mis ansias de modo manual.Mientras,golpeaba con mis dedos mí concha abierta y exigente,mí mente imaginaba una poderosa arma entrando y saliendo de mí interior.Mi orgasmo me dejó extenuadas sobre mí cama,con mis piernas, impúdicamente,
separadas,mientras,finalizaban mis últimos espasmos.
Los días no mejoran,al contrario,mis visitas a mí dormitorio se repiten con,
una continuidad que me preocupa.
Me ocaciona un gran sentimiento de ...

 culpa que a mis,casi,50 años,haga lo que no hice,ni siquiera en mí adolescencia.
Pero,me está resultando muy difícil controlar mis hormonas.Ayer,he superado mis propias limitaciones.
Me encontraba en mí cocina, preparando la cena,cuando han empezado los jadeos y gemidos.En un acto irracional,
me he dirigido a mí dormitorio sin dejar sobre la mesa el, respetable, pepino que estaba por empezar a pelar.
La penetración del, grueso, objeto me ha ha hecho perder la calma y el control de mis actos y he llevado hasta su mismo final el largo y duro tubo que me ha hecho sacudirme en mí cama con mis piernas abiertas y recogidas.Al momento del orgasmo he hundido mí rostro en la almohada para que mis gemidos no me denunciarán.
Afortunadamente,las circunstancias,
parecen darme una pequeña tregua.
En la mañana de hoy,y luego de aceptar la invitación,Martin ha partido con su padre a una recorrida de algunos días.
Esto me va a permitir un impasse,que obviamente,estoy necesitando.
Luego del almuerzo,Ingrid y yo nos encontramos sentadas en nuestro living.
La charla pasa por diversos temas,pero, inevitablemente,y tal vez de manera inconsciente yo propongo el tema sexual
Yo:"Estoy muy feliz que uds.logren tan
     buena convivencia".
I:"En realidad,Martin y yo coincidimos en 
     la mayoría de nuestros gustos".-
Me sonrojo un poco y sonriendo agrego
Yo:"ii y que lo digas!!Se nota y, también
    se escucha" 
I:"iiOh,doña Inés!!,no ha sido esa nuestra 
     intención.Es mucho el ...