1. II - Casa: A oscuras


    Fecha: 08/02/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    (Hola, soy Javier de nuevo. Ya llevo mucho sin poner historia nueva, y lo lamento. Pero como recompensa ahí les va ésta y muchas más próximamente). Graduado de primaria. Era un fin de semana que teníamos en el mes de Mayo, cuando por primera vez me corrí con otra persona junto a mí. Continuación de I - Escuela: Un Angel Me Salvó Era uno de los días de puente que habíamos tenido en la escuela, y yo sabía que significaba éso: Pijamada en casa de Angel. La casa de Angel era regular: tan pronto entraba, habían dos habitaciones amplias a mi izquierda. La que estaba dando a la banqueta era la habitación de sus papás, la puerta del centro era el baño, y la última puerta era la del cuarto de Angel. Entrando, inmediatamente te topabas con una sala normal junto a un comedor, al final la cocina, y entre la cocina y el comedor, la puerta al patio. Siempre era lo mismo en ésas pijamadas: me llevaban en carro hasta su casa hasta el otro lado de la ciudad. Luego era hablar con sus papás, cenar las hamburguesas que su mamá hacía (o cualquier otra cosa: tacos o algún otro guiso). Luego de cada cena, era irnos al cuarto de Angel y encerrarnos, jugando videojuegos y/o a hablar de cosas que nos pasaban. Y a veces, en la noche, masturbarnos. La ventaja de donde él dormía era que el cuarto era grande, ya que ahí vivía antes su hermano, y hace poco se había mudado a otra ciudad a estudiar la universidad. Por lo cual, me dormía en la cama de su hermano y él en la suya: sin ningún problema. -Eit, ...
    ... despiértate. -me decía mientras jugábamos un videojuego juego de futbol. Yo no era bueno con ése tipo de juegos, por lo que siempre terminaba perdiendo. Además de que eran cerca de la medianoche. Pero ésa noche su actitud cambiaría para hacer el juego más interesante. Y mejor aún: con un juego de carreras. Un tipo de juegos que me agradaba mucho y que jugaba muy bien. -¿Y si cambiamos de juego, para que ya no pierdas? -Si wey, lo que tú digas... –le dije, mientras me respondía con su típica sonrisa. -Ok. Nomas que vamos a cambiarle tantito a las reglas. -¿Pos qué reglas? –le pregunté, mientras que notaba que empezaba a mirar con ganas de algo. -Con un castigo al perdedor de cada carrera. -dijo él. -¿A sí? ¿Pos qué castigo? -Pues...que se vaya encuerando. Sabía por dónde iba la cosa, y sin pensarlo dos veces dije que sí. Fue que comenzamos a jugar uno contra el otro, y comenzaron los castigos: Las primeras dos carreras me dejé ganar, comenzando a desvestirme y quitarme mi playera junto a mis tenis y calcetines. Pero en mi revancha, logré quitarle la camisa, tenis, calcetínes y pantalón: dejándolo solo en una camiseta interior sin mangas color negra y un calzón rojo. Me aguanté un poco la risa, ya que se veía algo chistoso, lo cual hacía que se apenara y comenzara a notársele una erección en su bultito: justo lo que quería. Fue en la siguiente ronda cuando él me dejó sin pantalón y en una trusa blanca, haciendo que su mirada se pusiera más pícara y en un par de ocasiones me ...
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