La verdadera esclava sexual - Relatos Eróticos

La verdadera esclava sexual

... hacia adelante y atrás, haciéndome sentir todo el poder de esa pieza de hule…Comencé a jadear y a rogarle que me sodomizara más despacio; pero Helena rió nuevamente, susurrando a mi oído:“Te gusta, amiga?? Te gusta cómo te rompo el culo…??Le dile que sí… que me encantaba cómo me destrozaba el trasero…Helena sonrió y continuó balanceándose sobre mi cuerpo.Me hizo acabar dos veces con esa cosa empalada en mi culo.Después mi amiga se vistió con ropas mías, escribió “Soy tu perra” en el espejo junto a mi cama. Antes de irse me pegó unas buenas palmadas en mis cachetes, diciendo que no me había comportado como una buena perra esclava sexual…Luego salió de mi habitación, dejándome maniatada y amordazada, con mis jugo derramándose entre mis muslos abiertos. Dijo que por la tarde regresaría para abusar un poco más de mi cuerpo de esclava…Me quedé allí tendida boca abajo en la cama, abierta de piernas y brazos, maniatada y amordazada. Un rato después sonó el teléfono y al no poder responder, inició el contestador automático.Era Perla, avisándome que ella misma no podría venir a mi casa a recoger un vestido que yo había prometido prestarle; pero su marido estaba de paso y no le costaba nada venir por él...Me desesperé, pensando que el esposo de Perla siempre me había querido coger y ahora iba a encontrarme así en aquella situación; desnuda, en la cama, totalmente entregada…Un rato más tarde pude oír pasos subiendo la escalera. Alguien entró a mi habitación; pero permaneció en silencio. Después distinguí el ruido de ropa cayendo al suelo.Intenté girar mi cabeza, pero antes de que pudiera hacerlo, una gruesa verga se abrió paso entre mis labios vaginales.Mientras me cogían, pude comprender entonces el verdadero significado de la expresión “esclava sexual…”