(17) Los amores de Ana Etxeberría
Fecha: 29/01/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Microrelatos,
Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos
28 A estas horas, Ana y sus tres amigas ya estaban almorzando con la bandeja de cada una llena de comida. -Joder, esto qué es. Parece la cagada de un oso polar –escudriñó Martina en el puré de patatas con el tenedor. -Yo prefiero no comer y así no me intoxico –se le quitó el hambre a Belinda-. Además, si cojo un kilo me da un infarto. Este cuerpo vale su peso en oro tal y como está. -Sois unas putas anoréxicas –masculló Carolina. -Cuando tengas el culo como un pandero ya me contarás –insistía Belinda-. Yo me conformo con mis barras energéticas y mis claras de huevo. -Hey, tías, mirad quién ha llegado –señaló Ana a un chico fibroso y atractivo. Las tres se giraron y embobadas con el chaval. -Wow, Tony está para quince polvos seguidos –suspiró Martina. -Yo me lo follaba gratis –aseguró Belinda. -Si me diese el predictor positivo, montaba un fiestón –soñó Carolina. Justo en el instante en que ninguna miraba, Ana se echó aposta el zumo encima de la blusa. -Oh, mierda… Las tres se desternillaron de risa viendo a Ana mojada de zumo de tomate. -Joder, tía, eres una pava –rió Belinda-. ¿Qué te ha pasado? -No sé, se me escurrió el vaso de la mano y mira. -Eres puta y tonta. Lo tienes todo, querida –se burlaba Martina. -Tendré que irme a cambiar. -No puedes, Ani. Ese poli nos ordenó estar juntas –la criticó Carolina. -Es ir y volver, joder. Me he pringado toda y no puedo estar así. -Venga, te acompaño –se dispuso Carolina. -Claro, y de paso me pones el tampax como una niñita buena. ...
... -Puta… -En cinco minutos estoy aquí. Ah, y mis nuggets de pollo ni tocarlas. -Lo que mande la zorra –rió Martina. -Ani, esos nuggets se te agarran al culo. Es fritura basura –seguía Belinda a lo suyo. -Joder, no sé porqué tengo que estar con vosotras. A ver si esta mierda acaba pronto –se fue Ana haciendo un papelón frente a sus tres amigas. -Joder con la Ani –seguía Martina riendo-. A veces pienso que tiene el cerebro en la entrepierna. -Porque es así –lo confirmó Carolina-. Esa zorra mataría a su madre por un polvazo con Megan Fox. Me quedo sola con ella en una isla y me suicido. Ambas rieron. En ese momento sonó el móvil de Belinda. -Joder… -¿Quién es? –se preocupó Martina. -Mi profesor de estudios. -¿Ese cabrón de Ricardo Morán? -Cabrón o no tiene las llaves para que yo acceda al master. -¿No lo coges? -Ya sé lo que me va a decir. -Tú cógelo y échale coño, venga –intervino Carolina. -Vale, voy. –Y se puso-. Dígame, señor Morán… Sí, claro… Vale… ¿Ahora?... No, no hay problema. Voy ahora mismo… ¿Dónde?... Ok, ahí estaré… Sí, ya salgo. Bye. –Y colgó-. El muy cabrón quiere verme ahora mismo. -¿Para lo del master? –se interesó Martina. -Sí, dice que hay novedades así que me marcho y vuelvo en diez minutos, ¿vale, chicas? -Otra que se va –bufó Martina. -Es un momento, joder, en breve estoy de regreso. Qué pesadas sois, coño. –Y Belinda se marchó. Su contoneo de culo atrajo a varios chicos que silbaron a su paso. La reacción de ella fue una peineta con el dedo para todos. -Me ...