Mi experiencia en la granja
Fecha: 23/01/2018,
Categorías:
Zoofilia
Autor: jorgina, Fuente: SexoSinTabues
... ´mientras la polla del otro me mojaba toda la boca y la cara. El priomero me ensartó como a una gallinita y quedó abotonado dentro mío, sentía dolor y placer y mi amigo me indicó que no me moviera, las perras quedan un ratito así hasta que el macho pierde su erección. Me ví a mi misma, en esta posición y haciendo todo lo que te digo y no daba crédito a lo que estaba pasando. Tenía miedo que nos viera alguien o que nuestros padres volvieran antes de lo previsto, pero no sucedió nada de eso. Mi amigo no contento con todo esto, me ordenó que todavía quedaba la parte mas importante. La que me convertía en una cerdita de verdad. Yo no lo entendí de momento, pero cuando ví que nos dirigíamos a la pocilga, empecé a sospechar algo. La pocilga olía a cerdo y se oían los gruñidos de estos animales. Mi amigo me dijo que estaban en celo y que la hembra la tenían apartada. Fue donde estaba la cerda y con un trapo envolviendo un palo por la punta, untó con él, los jugos vaginales de la cerda. Me dijo: - Ahora serás una auténtica cerdita, te gustará ya lo verás.- Y seguidamente me llevó este palo al agujerito de mi culo donde se había corrido el perro y empezó a moverlo por todo mi culo, después volvió a llevarlo a la vagina de la cerda y esperó que se hiciera pipi y recogió con un cubo parte de este pipi y unas heces que habían en el suelo. Yo estaba encogida pero excitada. las braguitas ya no se adivinaba ni el color que tenían de sucias que estaban, pero me encantaba llevarlas y me ...
... propuse no llevar nunca mas alguna prenda de hombre. Realmente estaba super excitada y había descubierto algo muy importante de mi: Me gustaba ser una yegua, una perrita y una cerdita. Me echó todo el orín y las heces por encima y me dijo que me revolcara como una cerdita, así de esta manera los sementales olerían a la hembra y me follarían. Así lo hice y entre arcadas, empecé a dar vueltas sobre toda la caquita de la cerda mientras mi amigo me seguía animando: muy bien, cerdita! así, así! Ahora eres una auténtica cerdita! La cara también! Y metí la cara dentro de una cantidad de estiércol que había gruñendo como hacen los cerdos, consciente que mi culito estaba en pompa y mi amigo se excitaba mirándolo. El estiércol estaba calentito y húmedo y mis pezoncitos estaban totalmente erectos y excitados. no tenía pechito como ahora, pero ya los tenía muy sensibles y moviéndolos por encima de la caca, me encantaba notar oleadas de placer. Cuando estuve bien embadurnada, medio resbalando, me llevó a cuatro patas por la pocilga hasta donde estaban los sementales. Tenia un poco de miedo y le pregunté si mordían. Él me tranquilizó diciéndome que tenía un palo por si se volvían demasiado locos. Al llegar cerca de donde estaban los machos, empezaron a bramar y gruñir con excitación oliendo a hembra y yo me excité mucho sabiendo que era yo. Con el palo los apartó y los llevó al fondo mientras me abría la puerta para que yo pudiera pasar. Mojadita de caca y pipi fui deslizándome sumisa hasta el ...