1. z) Luna de luto (y final)


    Fecha: 22/01/2018, Categorías: Gays Sexo con Maduras Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... sentí que enrojecía y arder mi cara. -No, pero lo quería y respetaba, fue un buen compañero el tiempo que estuvimos juntos y me hizo pasar agradables momentos. -se giró hacia mí con más facilidad de la que le suponía. -Eres formidable Alonso, me gustaría tener su suerte. -puso la mano en mi pecho acariciándolo, dejándome adivinar el deseo que guardaba y dudé un instante. -Jaime, ¿tú crees que es correcto? -¿Por qué no si los dos queremos? ¿Te encuentras mal a mi lado? -Todo lo contrario, eres una buena persona, generosa como lo fue él y no has cuestionado su testamento, otro lo hubiera impugnado. -me detuve porque tenía otras muchas cosas buenas que decir de él y sería demasiado. -¿Y no te gusto un poquito como persona? Solo un poco, no pido que pierdas la cabeza por un viejo. -se había colocado de costado, apoyado sobre el codo y me miraba anhelante. -Mi querido amigo, tú no eres un viejo, me llevas muy pocos años, tu padre lo era y resultaba magnífico, todo un señor aunque una vez, al principio de conocernos, por poco me viola. -soltó una estruendosa risa y colocó la cabeza sobre la mía -¿Entonces?… -me miraba ansioso esperando mi respuesta. -No me disgustas, eres un tío agradable, tirando a guapo y no, no me importaría ser tu amante. -me sujetó las manos y las llevó por encima de mi cabeza montándose sobre mí, no esperaba esa agilidad y que el efecto del alcohol se hubiera diluido como la niebla. Bajó la cabeza y me besó con suma delicadeza, apretando sus labios sobre los ...
    ... míos, su boca sabía a bebida alcohólica pero no con la intensidad suficiente para estar bebido. -¿Alonso? -Sí, Jaime. -Sabes delicioso, tenía envidia de mi padre, ¿nunca te diste cuenta de cómo te deseaba? -No, nunca lo percibí, supiste ser muy discreto, ¿tú crees que él me quería? -Te adoraba, fuiste un regalo para él hasta el final, soportó la vida de casado hasta que mi madre falleció y luego anduvo sin rumbo, con chicos que no le quisieron y follando a lo loco, pagando por un cariño que no terminaba de cuajar. Notaba la dureza de su miembro sobre mis piernas, su aliento era delicioso y el deseo se fue despertando en mí, nuestras vergas estaban despiertas, listas para ser atendidas. Apretaba las manos sobre las mías, y me hacía sentir su fuerza, esa potencia de macho inaguantable para mí y que me hace desearle como a su padre, entonces las aflojó haciendo que la sujección pareciera una caricia. Suspiré, él suspiró. Mi suspiro resultaba suave, ligero, entregado, con el cuerpo relajado; el suyo varonil y profundo, excitado. Él vestido con un bóxer tan negro como el vello que cubría su pecho y abdomen, yo aún con mi ropa aunque desorganizada. -Voy a desnudarme, quiero sentir tu piel pegada a la mía Jaime. -Me ayudó a quitarme la ropa y se retiró el bóxer, para que saliera a la luz una verga deliciosa, diferente de la de Bruno, más larga y fina, con el glande alargado en forma de flecha y envuelto en el cuero del prepucio. Yo le analizaba y él también lo hacía recorriendo mi ...
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