1. La primera vez con mi tetona Olivia


    Fecha: 15/01/2018, Categorías: Primera Vez Anal Masturbación Autor: pollalechera1, Fuente: xHamster

    ... más ricas formas de cogerme a la gordita, los de ella quien sabe, pero iba contenta, más amorosa que nunca.Sobra decir que la Tetona se convirtió a lo largo de siete meses en mi culo de planta. Ella por su parte puso sus empeños para tenerme contento y disponible, siempre listo para llenar los huecos de su cuerpo con mi miembro. Hasta bajó de peso, sus dietas la hicieron bajar algunos kilos, no los suficientes, pero se veía mejor, más suculenta. Por mi parte la convertí en una lujuriosa mujer, siempre dispuesta a mis más extravagantes antojos sexuales. Así, un domingo le rompí el ano, ese sí al parecer virgen. Entre lastimeros quejidos, primero, y gritos de placer, después, le enseñé los placeres anales. Todo iba de maravilla, tenía mamada y nalga gratis, hasta que sucedió aquello.Una noche la urgente llamada telefónica de Oli me sacó de mis sueños. El último domingo alguien de su familia nos había visto salir de un hotel. Era una tía suya, que luego de recriminarle su amoral comportamiento la obligó a contarle los pormenores de nuestra relación. La pinche vieja esa la amenazó con que si no ponía fin a nuestros encuentros sexuales la denunciaría con sus padres, salvo que aceptara yo casarme lo ...
    ... más pronto posible. Si, como no, no se lo dije así, sino más bien que trataríamos de solucionar ese grave problema.Así poco a poco me fui distanciando de la Tetona, pues una cosa era cogerme a ese mar de grasa de enormes chiches y otra era encadenar mi vida a esa mujer, a quien por lo demás no amaba. Olivia adivinó mis intenciones y tratando de retenerme empleó las más diversas estrategias, llamadas telefónicas y visitas sorpresa a mi casa, pero no logró nada, sólo que el rompimiento fuera más doloroso, para ella. Con todo, todavía disfrutamos de algunos ricos encuentros sexuales, hasta que definitivamente nos alejamos para siempre.Nota.- El anterior relato es verídico, hasta en el nombre de la chica, sólo que sucedió hace algún tiempo ya. En noviembre de hace un par de años, cenando en un restaurante del dentro histórico me volví a encontrar a Olivia, era mesera. Lo sorprendente fue que ya no estaba gorda, al menos se había quitado 20 kilos de encima, eso sí, se veía muy rica, atractiva, y aunque intercambiamos números telefónicos nunca pudimos volver a estar juntos, entre otras cosas porque, según me contó en una de sus llamadas, estaba metida en un lío amoroso con el gerente de ese restaurante. 
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