La chica del camping
Fecha: 11/01/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Lesbianas
Tabú
Autor: aboixbcs, Fuente: xHamster
Undécima parte de la historia publicada con el mismo título, recomiendo la lectura de las anteriores, antes de seguir, para no perder el hilo. Espero que os esté gustando.Les pareció buena idea así que, lo primero, Eva le llamó por teléfono para reservar una mesa y pedirle una paella para tres y, luego, empezamos a ver qué cosas teníamos que preparar para pasar la tarde en la playa. Que si la sombrilla, que si esto, que si aquello… Mientras lo hacíamos, comenzó a sonarme el móvil.-Es Elena –dije al ver su nombre en la pantalla -¡Hola guapa! ¿Qué pasa? -.Mi gesto sonriente se tornó de inmediato en cara de preocupación. Al otro lado del aparato escuché a una Elena con un cabreo monumental. Eva me miró sorprendida, haciéndome gestos para que le contara mientras que yo le pedía silencio.-A ver nena –continué diciéndole a Elena -¿qué ha pasado? ¿Estás bien? –silencio momentáneo -¡No jodas! ¿Qué dices? ¿Cómo que así? ¡Qué hijo de puta!... -.La cara de Eva era un poema mientras que, por su parte, mi hermana empezaba a mostrar interés por la conversación aunque no tuviera ni idea de quién era la Elena con la que estaba hablando.-¿Quién está contigo?... ¡Ah! ¡Vale! Que estáis los cuatro, bien… ¿Habéis comido? Te lo digo porque… -.Le conté a Elena el plan que teníamos y que estaba aquí mi hermana y enseguida me confirmó que se venían a comer con nosotras. Quedamos en que les esperábamos aquí y que ya salíamos los dos coches juntos hacia el chiringuito. Me despedí de ella, colgué y ...
... miré a las chicas.-Han despedido a Elena mientras está de vacaciones y, al parecer, con triquiñuelas para que parezca que es un despido procedente –miré a Eva –Llama a Fali y dile que somos siete -.Una vez que Eva terminó de hablar con Fali, les repetí casi literalmente la historia que me había contado Elena. Al parecer el jefe había hecho traspapelarse el permiso de vacaciones de Elena y la había despedido alegando que llevaba más de una semana sin acudir a su puesto de trabajo sin causa justificada. Un compañero suyo de administración la acababa de llamar conforme se había encontrado en la mesa con su expediente de despido.-¡Qué hijo de puta! –exclamó Eva –pero ese despido se puede recurrir y, aunque no la vuelva a admitir, seguro que al cabrón del jefe le interesa llegar a un acuerdo antes de que los tribunales declaren el caso como despido improcedente, que entonces sí que le va a costar la broma un pastizal -.-Ahora nos contará y a ver qué piensa hacer… -le respondí.Para mi hermana, con dieciocho años cumplidos hacía un par de semanas y para quien, antes del futuro laboral, aun le quedaba la experiencia universitaria, y para Eva que, por su parte y a pesar de su juventud, tenía su futuro asegurado con el camping, lo de quedarse en la calle ahora, en medio de la crisis, era algo inimaginable. Pero yo misma estaba en paro, y ese era uno de los motivos que me habían traído a Mojácar, y entendía perfectamente a Elena. Le acababan de hacer un putadón de los grandes.Salimos del ...