Una tarde inolvidable - Relatos Eróticos

Una tarde inolvidable

Mi nombre es Carlos pero todo el mundo me llama Charly. Tengo 19 años y les escribo esta historia después de leer una gran cantidad de relatos de esta maravillosa pagina. El siguiente relato que a continuación les voy a relatar ocurrió en Caracas (Venezuela) donde yo nací. Siempre he sentido cierto interés en lo referente a las orgías y lo que me ocurrió quiero compartirlo con ustedes. Seria un sábado por el mes de agosto cuando me encontraba en mi casa en el Paraíso (barrio de caracas) y mi novia me llamó al celular y me dice: -Hola bello, vas a estar en la casa ahorita? –Si mamita, aquí voy a estar pero antes tengo que ir a hacer unas diligencias y como en media hora o así regreso a la casa, porque? -No vale, por nada, lo que pasa es que iba a ir para allá porque ando ladillada y quería saber si mas tarde querías ir al Sambil (un centro comercial) a tomar heladito y vamos al cine. -Ok, entonces listo, nos vemos en mi casa como en 30 min. -Listo. –Chao –Chao. La verdad es que hacia burda de calor y no tenia ganas de salir de la casa porque acá me encontraba fresquito por el aire acondicionado así que la llame de nuevo y le dije que mejor se viniera para la casa y que si acaso saldríamos a la noche cuando hiciese menos calor, y que así inventábamos cualquier cosa en la tarde. Ella acepto. Mientras ella no venia, llame a unos panas con la intención de que se vinieran para la casa a echar vaina, jugar Playstation y tomar unas birras, y por aquí aparecieron. En total vinieron ...

... 3. Como a la media hora aparece Vanesa (mi novia): Venia como agotada, aunque mas bien diría cansada por el calor, paso para adentro de la casa y allá vio a mis amigos, que los había conocido unos días atrás, pero puso una cara como de desconcierto porque no se imaginaba que íbamos a estar con ellos por la tarde. Vanesa es una chama bastante linda, tiene 21 años, media 1,65 y pesara sobre 60 kg, mas o menos, tiene un culito muy apetecible y unas mamas que le quitan el hipo a cualquiera, que aunque son grandecitas no las tiene caídas. Ese día llevaba puesto un micropantaloncito de licra negra que le alcanzaba a tapar las nalgas y un top amarillo que le resaltaba mucho mas el busto. Pasó para el salón y saludo a los amigos. –Que mas Vanesita, como esta la vaina? Dijo uno de ellos –Bien vale, aquí ladillada por el calor tan arrecho que hace. –No te preocupes, el calor se quita con una birrita, dijo uno de ellos en tono simpático. –Dale, dame una please, dijo ella, y allí se acomodo en el sofá en medio de los amigos abierta de piernas marcándosele la cuca de una forma muy descarada. Estos se la quedaron mirando con cara de “vergacion, tremenda mamita aquí a nuestro lado” y me miraron rápidamente a ver que cara ponía yo, y yo les pique un ojo en señal de aprobación. Allá siguieron jugando con la playstation y bebiendo cerveza hasta que vanesa, ya ladillada de jugar, medio bebida pues ya llevaría unas 6 cervezas se levanta y dice, disculpen muchachos pero tengo que ir al servicio y ...