Diego y su amiga trans.8 - Relatos Eróticos

Diego y su amiga trans.8

El fisgón en cuestión era Fabián, él tenía un pasadizo entre el lote de su familia y la casa quinta, al estar jugando a la play hasta altas horas se dio cuenta que su vecino había llegado Y tuvo un espectáculo gratis toda la madrugada, observó y presenció todo lo que había hecho su nuevo vecino con la travesti, tanto fue así qué le dedicó 3 pajas a la faena de Diego y Erika. Y cuando estos dos despertaron el ya se había dado una vuelta y se colocó en una vista perfecta para ver qué hacían Diego y Erika. La sospecha de Diego eran ciertas su espectador era Fabián. Para todo ya era mediodía. Ambos lo despertaba el hambre también, ella pregunto qué comemos y él le dijo vamos al heladera que algo compré estos días para comer. Erika dijo yo me encargo, fue desnuda para la cocina burgo en heladera encontró unas milanesas para fritar y mientras preparado el almuerzo Diego se sentó en la cocina a admirarla, Miraba ese hermoso y magnífico cuerpo desnudo de la travesti moverse en la cocina como un pez en el agua, mañana cuando se agachaba la redondez de ese hermoso orto, la larga y torneada de sus piernas, esos pechos también fabricados, ella se daba cuenta que él estaba impávido mirandola, y por momentos exacerbaba más los movimientos al agacharse y meter la cabeza dentro de la heladera como buscando algo mostrándole todo su orto en dimensión, o caminar para un lado y para el otro con su herramienta en total estado de reposo pero asi y todo, ese péndulo se sacudía, Diego solo ...

 admiraba ese hermoso cuerpo de la travesti, amiga va sus curvas, y pensaba lo dicho eso que era de poder estar con ella. Erika frito un par de milanesas preparo una ensalada le preguntó a Diego que quería tomar y solamente sacaron una gaseosa el tiempo de la cerveza por el momento había terminado, completamente desnudos, se sentaron en la mesa a comer, charlaban de cualquier cosa, porque también se llevaban bien para eso para inventar charlas y disfrutar de eso también, el momento ella le pregunto si había alguien anoche mientras que yo cogí en el parque, Diego estaba seguro que sí como también estaba seguro que la persona que los había estado espiando era Fabián, pero se lo guardaba para el a lo que le contesto no para nada. Terminaron de comer ya acomodaron las reposeras para tomar un rato de sol al costado de la pileta, sin ponerse absolutamente nada de ropa ambos andaban desnudos. Al cabo de un rato quedaron dormidos al sol, al parecer no todo era coger para disfrutar. Hacía un poco de calor y ahora sí Diego fue por un par de cerveza a la heladera, se sentaron a seguir charlando al borde de la pileta con los pies dentro del agua tomando cerveza y charlando de cualquier cosa, Diego también en la conversación no sacaba la vista de la poronga de Erika, ella darse cuenta que las miradas siempre se dirigían a su herramienta, empezó a masajearse con una mano despacito despacito descubriéndose el grande retirándole la piel para atrás, cómo queriendo con esos movimientos imnotizar al ...