Con mi sobrino en la fiesta de su semestre - Relatos Eróticos

Con mi sobrino en la fiesta de su semestre

Hola Mariela, dijo Balám abriendo la puerta vistiendo un traje negro que lo hacía verse más guapo si eso era posible, se me aflojaron las rodillas de gusto de verlo así tan elegante y radiante!, pasa por favor!, en seguida nos vamos. Entré a la casa y cuando iba a decir algo me di cuenta de sus papás estaban en la sala. El plan era que nos dejaran solos así que me acerqué rápidamente a la estancia y después de saludarlos les pregunté si había algún cambio de planes o que pasaba. Nada muñequita, contestó mi prima, cancelaron el evento de mi marido y creímos que lo justo era que fueras con Balám porque ya te habíamos avisado y él estaba muy ilusionado con llevarte a la fiesta, nosotros nos quedaremos a cenar con unos amigos en casa (pero todo lo demás sigue en pie) me dijo en voz baja guiñándome un ojo sonriéndome en complicidad. Balám bajo de su cuarto y nos despedimos prometiendo no llegar muy tarde. Salimos felices rumbo a la fiesta, al entrar al coche me dio un beso francés que duro eternidades y solo logró que me humedeciera como quinceañera! Este jovencito me gustaba de verdad y me sentía afortunada de estar en la situación actual con él, manejé rápidamente y al llegar al hotel enfrente a la glorieta del ángel se bajó rápidamente para abrirme la puerta. Varios de sus compañeros de universidad estaban llegando también, solo que acompañados de sus papás y pude ver al bajarme del auto que la mirada de varios padres y algunos compañeros se pegaron a mi atuendo: El vestido ...

 ajustaba perfectamente mis caderas y las partes semitransparentes del frente dejaban a la vista el encaje de las medias hasta medio muslo que traía puestas, el efecto era realmente cachondo, caminé tomada de su brazo hacia el salón y cuando entramos pude notar que las miradas se fijaron en nosotros un largo rato mientras encontrábamos nuestra mesa. Me di cuenta que Balám era realmente popular en su escuela, muchos amigos y amigas se acercaron a saludarlo y él todo caballeroso y orgulloso me presentaba como su pareja de la noche, su Tía Mariela, quién venia en lugar de sus papás que no habían podido asistir por un compromiso de su papá. Pude darme cuenta que varias parejas de padres de sus compañeros de universidad nos veían con curiosidad, algunos de los papás me veían desnudándome con la mirada y sonriéndoles les dejé verme descaradamente para su disfrute, llego el momento de pararnos a bailar y ahí pude comprobar una vez más mi teoría de que los hombres que bailan bien son excelentes en la cama!, Balám me traía bailando como trompo por toda la pista y yo feliz como quinceañera dejándome hacer, Éramos la novedad en la fiesta debido a la forma en que nos conducíamos frente al otro, en los ratitos que nos sentábamos a descansar platicábamos sonriéndonos tomados de las manos como una pareja de novios, con varios tragos ya dentro de nosotros avanzada la noche en uno de esos momentos me jaló hacia su lado y me plantó un beso delicioso; le respondí dándole uno más largo también, ...