HOTEL HONG KONG - Relatos Eróticos

HOTEL HONG KONG

El bullicio acabo con el silencio que reinaba, no se habìan instalado aùn pero comenzaron a poner música en la máquina de discos para empezar a bailar unas con otras, el cantinero despachó en un santiamén tres botellas de ron con sodas y hielo. A medida que pasaba el tiempo, se notaban los efectos de las bebidas, en poco tiempo otra ronda de botellas fue llevada a las mesas. Las risas aumentaban de tono, ya en algunas se notaba la embriaguez. - Ahí hay de todo muchacho, enfermeras, maestras, profesoras…casadas, solteras…siempre vienen y hacen lo mismo…. - Ves aquella morena ..? - Es lesbiana…..dicen que tiene una verga de hule de doce pulgadas, gruesa y negra y con esa les da a las que se lleva borracha, espera y verás lo que pasa. - Ponle tres botellas más y diles que yo invito. - El ni corto ni perezoso hizo el mandado.. Una joven menuda se separó de la mesa y vino hacia mí… - Muchas gracias joven por la invitación….dicen mis amigas que si gusta acompañarnos.. Y ahí iba yo con todas las ganas de divertirme…. Bailé con todas….bailé como nunca lo había hecho….bailamos y tomamos licor hasta que ya no queríamos más…..se fueron retirando poco a poco…..la morenaza lesbiana salió arrastrando a una culona achinada y yo quedé acompañado por tres chicas, esperando a ver cual me daba la oportunidad. Sandra … una pelirroja blanca, Luisa una mulata gordita y Ana la chica que me había buscado en el bar….se quedaron conmigo…continuamos bailando….ya la música no era tan movida, era más ...

... bien romántica. Me dio la impresión que ninguna quería irse….el licor hizo efecto…la primera en dormirse sobre la mesa fue Ana…las otras dos trastabillaban y a veces decían frases ininteligibles …. - Y ahora que hacemos..? pregunté a las otras chicas.. - Llévala a tu habitación …..tú estás hospedado aquí o no..? Por suerte era la más delgada….iba a preguntar al Barman pero este con un guiño me indicó que no había problema…. Supuestamente íbamos a dejar que Ana durmiera un poco para que se recuperara; mientras nosotros acabamos las botellas del último pedido mas no fue así. Colocaron a Ana sobre el lecho, yo fui a servir los tragos y al regresar me encontré que todas se habían dormido. Luisa respiraba entrecortadamente debido a la posición en que estaba; la acomodé y le solté el botón de los jeans, empecé a bajárselos luchando con la voluptuosidad de sus caderas, un pubis regordete cubierto por unas bragas azules que no podían cubrir las carnosidades de su sexo. La despojé de su blusa quedando con un sostén pequeño que a duras penas contenía la dimensión de sus senos. Pude dejarla así, pero la curiosidad de ver como se vería desnuda me impulsó a despojarla de todas sus ropas. Y así quedó Luisa, completamente desnuda, mostrando todos los atributos de su juventud, su piel canela, un regordete pubis llenaba su entrepierna dejando ver la rajita de la vulva, los senos firmes y redondos coronados con unos pezones chocolates, duros por la temperatura del aire acondicionado. Continué con ...