La ordeña (Parte 8) - Relatos Eróticos

La ordeña (Parte 8)

Despierto con las manos atadas, -por fin despertaste. Sube a la cama, -de rodillas, hoy te llevare a un lugar muy especial para poder disfrutarte yo sola, donde nadie te escuchara gritar mientras yo te ordeño y te disfruto, donde estarás indefenso y yo seré la que pondrá los castigos si desobedeces, pero antes, quiero un bocado... Me tira sobre la cama y empieza a tocarme y me rasguña con sus uñas, lame mis genitales y finalmente pasa sus carnosos senos enfrente de mi cara, - con eso será suficiente en lo que llegamos, se me olvidaba. Venda mis ojos, -ni se te ocurra abrirlos. Había pasado aproximadamente una hora pero al fin llegamos, mi ama me baja del coche, me lleva a una habitación y cierra la puerta, -al fin, no perderé más tiempo, puedes quitarte la venda, oh lo siento, no puedes, tienes las manos atadas por lo que tendrás que obedecerme si quieres que te la quite, está bien mi ama que quiere que haga, le respondí. -Báñame con tu leche, comienza a masturbarme fuertemente, con una intensidad que nunca había sentido antes -ya casi, déjalo venir, finalmente me vine, -mmmmmm que delicia, quiero más, te ordeñare hasta la última gota. Introduce mi polla en su boca y la chupa, la saca de su boca y dice: -así es como quería dejar esa polla, totalmente seca y babosa. Al siguiente día mi ama dice: hoy te llevare a un nuevo lugar pero aun no puedes quitarte la venda, llegamos, ¿dónde estamos?, pregunte, -aquí te marcaran y así sabrán todos que yo soy tu dueña, me tatuaron, -al fin, eres completamente mío, es una gran marca, ojala pudieras verla. Finalmente llegamos, -mi semental, tú me has dado de tu leche, y ahora es mi turno, ha llegado el momento de tu recompensa, así que disfrútalo.