Un trío no planeado
Fecha: 07/01/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Grandes Relatos,
Autor: esteban_95, Fuente: CuentoRelatos
Hace unas semanas comencé a hablar con una chica que conocí en internet. De ella solo sabía: su nombre, y que vivía en la misma ciudad que yo. Ayer decidí citarla a un bar que frecuento, el mismo del que me echaron unos meses atrás por consumo de marihuana según ellos. Idiotas, jamás entendieron que simplemente era una piel roja sin filtro. Decidí citarla a ese bar porque ya no aguantaba más la intriga, quería ver quien era la persona que estaba al otro lado de la pantalla, esa que, según su descripción, parecía ser una chica buena y muy guapa. Bueno eso era lo que me hacía creer mi mente. ¿O tal vez era un hombre jugando conmigo? ¿Un trans que me dejaría con la boca abierta y con gesto de sorpresa? O ¿un ladrón que me dejaría sin un peso en el bolcillo y vagando por las calles esa noche? Ok ya había bebido mucho y mi mente estaba jugando conmigo. Pero como no caer en la bebida si ya habían pasado casi cuarenta minutos y ella aun no llegaba, la gente entraba y salía, y yo cada vez me avergonzaba más de mi soledad, pues ya había visto unas treinta personas entrar y salir del bar. Excepto esa sombra que estaba en la mesa esquinera. Esa sombra había estado ahí incluso antes de que yo llegara, no lograba definir su figura, pero pude ver que también llevaba una buena cantidad de cervezas. ¡Pero que imbécil!, grité en mi cabeza. Seguramente era ella y había estado viéndome ahogar mi soledad en alcohol. Que perdedor. Entonces decidí acercarme, llegué hasta esa sombra, tomé asiento ...
... y le hablé. -¿Te divierte?-, Le dije con algo de molestia en mi voz. La sonrisa que se pintó en su rostro, esos bellos dientes y la forma de su nariz, me hicieron saber que, si hablaba con una chica, pero no cualquier chica, tenía la impresión de que ese rostro lo había visto antes. En ese momento deseaba poder prender las luces y descubrir por completo de quien se trataba. -a veces se me antojan cosas, y me gusta observarlas- dijo ella mientras se borraba su sonrisa. Fue entonces cuando acercó su rostro a mí y pude ver sus ojos, pude ver el color de su piel y sentir su aliento. -¿ahora me reconoces?, Jamás nos presentamos. Ven, te invito a conocer la parte más oscura de este bar-. Quedé muy confundido, ya sabía quién era; se trataba de mi vecina. Siempre supe que su nombre era Andrea, pero jamás me atreví a hablarle. Habían pasado casi cinco años desde que me mudé al vecindario y desde entonces lo único que hice fue admirar su belleza de lejos. Pero mi confusión no era solo por lo que pasaba. Además de eso mi teléfono estaba sonando; Vanessa la chica que conocí por internet y con la que se supone que me vería, estaba llamando. Andrea tomo mi mano rápidamente y me haló con fuerza para que la siguiera hacia la parte más sombría del lugar. Parecía que lo conocía como la palma de su mano, seguramente ese bar era el lugar en donde cometía todas sus fechorías. ¿A cuántos de los que se le antojan habría traído a esta parte del bar? Eso es algo que solo pienso ahora, pues mientras ...