Ayyy paraguayo!!! - Relatos Eróticos

Ayyy paraguayo!!!

... el culo. Mientras que el paraguayo se cambiaba la ropa para trabajar yo le daba la espalda y me apoyaba en un escritorio, giro mi cabeza por encima de mi hombro izquierdo y veía que su mirada me penetraba. Qué miras?? Le pregunte. si te digo algo no te vas a ofender y no se lo vas a contar a nadie? Seguro, respondí. Me encanta tu cola, es más, me volvés loco, te agarraria esa cola y te la chuparia toda!!! Cuando me decía esto,. sentía que mis mejillas se prendian fuego de la vergüenza El paraguayo estaba diciendo que mi cola le encantaba. Sólo atiné a quedarme callado. Me di vuelta y le volví a dar la espalda. Él se acercó por detrás de mí y apenas me rosada con su pierna, me acariciaba la espalda con su mano y me susurraba al oído... Alguna vez estuviste con otro tipo?? Yo tragaba saliva y no le contestaba por lo asombrado que estaba, no le digas a nadie por favor!! No!! Tranquilo. Le dije. Y al decir esto dejó deslizar su mano por mi espalda hasta llegar a mi cola. Con su dedo pulgar fue y vino por mi raja y salió caminando hacia el camión. Y a mí me dejó una terrible intriga, varios sentimientos, estaba haciendo objeto de deseo de un tipo. Algo que nunca me había pasado, a mí nunca me habían gustado los hombres, es más me encantaban las mujeres. Pero este paraguayo era  distinto. Cuando no estaba en el mercado y no lo veía pensaba en él. Que me había acariciado la espalda ahí había recorrido con su dedo por fuera de mi pantalón la zanja de mi cola. Ansioso llegue la ...

... próxima vez al mercado y estaba cambiándose encima de un cajón como de costumbre. Nadie andaba por ese momento cerca, yo me bajo del camión y voy a saludarlo, éste estaba con todo su torso musculoso desnudo solamente tenía un sleep puesto. Me encantaba ver su hermoso cuerpo desnudo, solamente con el slip puesto. Vino y me abrazó y me hizo sentir su masculinidad, fueron unos instantes que yo no quería que se terminara ese abrazo. Como siempre me apoye en el escritorio, dándole la espalda, esperando a que me venga a hacer algo. Sólo esperaba. Siento que se avecinaban sus pasos detrás de mí, cuando un grito que casi me para el corazón, era el de uno de los hijos de Héctor que venían viajando y habían sido víctimas de las inclemencias del tiempo, se había desatado una terrible tormenta, llovía muchísimo, el Paraguayo se termina de cambiar. Cuando nos estábamos por volver, fui al baño y cuando está orinando pensando en cualquier cosa, siento un paquete que me apoya en mi cola unos brazos que me abrazan por detrás y unos labios qué me besan en la nuca. Era el Paraguayo. Ayyy paraguayo!! Salí que nos van a ver, lo único que atiné a susurrarle. Sus manos me acariciaban el pecho y practicaba unos movimientos pélvicos como si me estuviera cogiendo mientras me besaba las orejas. Salí !!por favor !!le dije. Qué nos van a ver!!. Y el paraguayo me dio vuelta, me dio un beso en la boca, y me dijo, hoy te quiero coger!!!! La palabra generaban sientos de explosiones en todo mi cuerpo. Escuchamos ...