Cecilia mi con-cuñada - Relatos Eróticos

Cecilia mi con-cuñada

Esta es la historia de lo que tuvimos con Cecilia mi con-cuñada. Empiezo por describir a Cecilia mi con-cuñada, ella es una mujer alta de unos 1.70 m., piel blanca, de anchas caderas bueno muy anchas, de piernas bien formadas y goza de un culo redondito y paradito, los senos son pequeños comparados con su trasero, ella gusta de usar licras que moldean su cuerpo por todos los ángulos y para que negarlo que cuando estoy cerca de ella a veces no puedo disimular verle sus grandes nalgas y el molde que se forma en su vagina, ella nunca supe si lo notó o se hizo de la vista gorda o quizás disfrutaba de mi angustia al verla, siempre al saludarla a despedirla Cecilia de daba un beso muy cerca de mis labios incluso un par de veces sentí parte de sus labios en los míos, eso me ponía muy cachondo y me dio alas para imaginarla haciéndome el amor y poniéndola en 4 patas haciendo abrir aún más esas enormes nalgas y ver esa vagina que ya la imaginaba grande y rodadita como la piel de sus carnudos labios. Sucede que hace 3 años mi cuñado había regresado de España con su esposa y dos hijos, llegaron con la intención de hacer su vida acá en Ecuador, como la realidad está difícil, hace un mes mi cuñado optó por regresarse a España pero esta vez lo hizo él solo, dejando acá a su esposa e hijos. Yo mismo lo fui a dejar al aeropuerto, aquella tarde al despedirme de mi con-cuñada ella me dio otro más de esos besos de despedida a los que me tenía acostumbrado, fue muy cerca de mis labios que los ...

... sentí claramente, no podía detenerla a disfrutarlos porque siempre estábamos con nuestros familiares, aquella noche casi no pude dormir imaginando lo que podía llegar a pasar si nos veríamos un momento solos aunque sea por segundos donde nadie nos viera, me imaginaba muchas cosas y maneras en las que supuestamente le haría el amor más adelante. Bueno mi cuñado ya se había ido y Cecilia empezaba a vivir sola con sus hijos y a encontrarse con otra realidad ya que ellos nunca se habían separado, en eso viendo la tristeza y necesidades de mi con-cuñada decidí echarle una manito en lo que se ofrezca, le empecé a escribir al whataspp ofreciéndome a ayudarle con lo que ella necesite en la casa, ya que la casa era muy grande y además cuidaba unos animalitos y eso de hacer el aseo en el patio es un trabajo algo fuerte, mejor dicho para hombres. Un día intencionalmente pasé por su casa y me detuve a ver en que puedo ayudar, Cecilia lucía una licra de piel de tigre, me invitó a pasar, allí se encontraba con sus hijos, le pedí ver como se encontraban los animalitos a ver si en uno de esos roces en espacios reducidos podía acariciar su trasero y ver cuál es su reacción, ya que yo me encontraba aún con la incertidumbre de saber si era solo ideas mía y si Cecilia en verdad quería conmigo, en lo que empezamos a ver las jaulas de los pollos Cecilia de agacho a limpiarlas por allí adentro dejando a toda mi disposición las vista de su culazo y se le moldeaba hasta su vagina por debajo de su licra, ...