Me muero de la vergüenza pero me encantó
Fecha: 28/12/2017,
Categorías:
Confesiones
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ¡que cosita más linda mi cuñado!, se veía super bien con esos brazotes morenos y el torso de un gorila, ¡igual de peludo que un gorila! jijiji) y preguntó "¿qué haces cuñadita?... a ver, te ayudo", y ya saben el clásico "¡ay, no, cómo crees!", "no, no hay problema, de verdad, permíteme", yo estaba apenada porque traía puesta una camiseta de mi marido pero no traía bra, solo un shortsito ajustado sin calzones pero total que nos pusimos a asear y la verdad se lo agradecí mucho porque mi hermana no había querido levantarse conmigo, dijo que lo dejáramos para mañana... En el movimiento en la cocina varias veces se rozaron nuestros cuerpos y eso me comenzó a excitar un poco y según pude ver de reojo, a él también, en una de esas sin querer vi su entrepierna y podía apreciarse perfectamente una media erección, me turbé mucho, trataba de no mirar, ¡qué vergüenza si se daba cuenta que le miraba ahí!, pero me estaba poniendo hasta nerviosa de la excitación, cuando estaba lavando los últimos platos le dije a mi cuñado "ya, cuñadito, si quieres ya vete a dormir, ya casi son las cinco, mira, ya casi termino"... vírgen santísima, ¡lo que pasó después!... Se acercó por atrás de mi y comencé a escuchar su respiración muy cerca, comenzaron a temblarme las piernas, me dió un beso muy suave en el cuello y yo sin querer cerré lo ojos e hice la cabeza de lado para recivir su beso y en seguida pensé "¡pero qué demonios¡, ¿qué estoy haciendo?" y de inmediato dije "no, espera, ¿qué haces?" y lo ...
... empujé... ¡con las nalgas, pero qué ocurrencia!, en seguida sentí su pene erecto contra mis nalgas y de inmediato me arrepentí, "¡pero que hice, va creer que... oh, Dios... no!", entonces me abrazó y en un instante recorrió con sus manos mi vientre y mi pecho y pude sentir su cuerpezote cubriéndome, me di media vuelta y traté de empujarlo con las manos mojadas y dije algo como "¡no, espera, qué haces!" pero no me hizo caso, me abrazó estrechamente y me sujetó de la cintura y la espalda, sentí su pene erecto apuntando hacia arriba sobre mi vientre y trataba de besarme, por supuesto que me pareció delicioso pero ¡me moría de vergüenza!, cuanto más forcejeaba más me apretujaba y trataba de besarme y más me gustaba y más me daba vergüenza, entonces me sujetó de las nalgas y me asusté, pensé "esto va en serio, tengo que parar ahora, tengo que parar... ¡tengo que parar!" pero no quería parar, no podía, me distraje un instante en mis pensamientos y el aprovechó para encontrar mi boca y darme un largo, mojado y delicioso beso como nunca habíamos podido darnos y siempre habíamos deseado hacer, por un momento dejé de forcejear y el metió una mano bajo mi short y la otra bajo la camiseta y eso me hizo despertar, lo empujé con fuerza y dió un paso atras, yo le dije en voz baja "¡en serio Paco, detente, qué crees que estas haciendo!, ¿qué tal si alguien baja?", nunca le había llamado "Paco" siempre había sido mi "Cuñadito", estaba enojada y turbada de excitación al mismo tiempo pero él no ...