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Mi cuñada Viviana
Fecha: 26/12/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: pepitito, Fuente: xHamster
... allí, costaba encontrar la actitud para iniciar el encuentro. Rompí el fuego invitándola a sentarse en un mullido sofá al tiempo que llenaba un par de copas con cava para hacer un brindis.- Brindo por este encuentro que lleva una demora de veintitrés años pero con la alegría de estar juntos para cumplir un sueño-- Y yo brindo por la felicidad y el amor que están por encima de cualquier prejuicio-Chocamos las copas y bebimos un trago. Me acerqué a ella y tomándola entre mis brazos acerqué mis labios a los suyos para un beso suave exploratorio. Su boca se abrió y mi legua buscó la suya para el jugueteo amoroso. Nos dimos un beso que duró largo rato, suavemente primero y con furia después. Hacía mucho tiempo que no besaba ni me besaban con la pasión de ese momento. Ella tiró su cabeza hacia atrás y me permitió besar su cuello y hombros. Era una delicia.Mientras nos besábamos con mucho ardor y nos decíamos palabras amorosas, poco a poco nuestros cuerpos fueron levantando temperatura. Las manos empezaron a actuar. Las de Viviana buscando mi entrepierna hasta encontrar mi verga que ya estaba dura como una piedra. Mis manos se escabulleron dentro de su camisa para encontrar sus senos y acariciarlos primero y apretarlos luego. Ni uno de los dos se atrevía a seguir adelante, parecíamos dos jóvenes principiantes en las lides amorosas. Mientras tanto seguíamos con los besos, cada vez más apasionados.De a poco nos animamos. Empecé por ir desabrochando su camisa botón a botón, que por ...
... cierto me llevó más tiempo que lo normal dado mi nerviosismo. Ella hacía lo propio con mi camisa. En un momento nos las quitamos y empecé a admirar por encima de su corpiño las bellas tetas de Viviana. Bajé mis manos a sus piernas para acariciarlas mientras las subía por sus muslos buscando su cueva. Cuando llegué a mi meta me encontré con sus bragas húmedas de sus jugos. Aparté los bordes de la tanga y mis dedos rozaron su vagina en medio de los suspiros de mi cuñada.Viviana, por su parte, ya había bajado la cremallera de mi pantalón y escabullendo una mano por mi bóxer tomó contacto con mi verga agarrándola con fuerza. Fue ella quien tomó la iniciativa pues sin soltar mi miembro de sus manos se agachó y lo metió en su boca iniciando una fabulosa mamada que aún hoy recuerdo. Primero probó hasta donde podía introducirla, luego retiró el prepucio y con su lengua me dio unas lamidas que me llevaron a un goce infinito. Eso no era todo, comenzó a chupar y succionar la cabezota al tiempo que con sus manos me hacía una paja lenta y continua que me aproximó al orgasmo y que me obligó a rogarle que se detuviera.Le di un beso y le sugerí marchar al lecho. Nos desvestimos en tiempo record, ambos estábamos ansiosos por vernos desnudos. Viviana, como imaginaba cuando la veía vestida, lucía una bella figura que los dos partos y los años no habían deslucido. Sus carnes parecían firmes como sus senos. Sus piernas estaban bien formadas y remataban en un culo que siempre había sido el orgullo de ...