(23) Los amores de Ana Etxeberría
Fecha: 25/12/2017,
Categorías:
Lesbianas
Sexualidad,
Autor: Mister Neron, Fuente: CuentoRelatos
39 Como cada mañana, antes de la primera clase, Ana y Gabriela se tomaban un café bien cargado para afrontar el intenso día. A estas horas la cafetería se encontraba medio vacía, pero Ana llevaba un rato pendiente de una chica sentada sola en una mesa y comiéndose unos donuts con un descafeinado. -Joder, cada día soporto menos los madrugones –se quejaba Gabriela. -Oye, ¿ese caramelito quién es? –señaló Ana a la chica de los donuts. -¿Te gusta? Es nueva. Llegó hará dos días. -¿Si me gusta? No solo eso sino que pienso follármela. -Pues lo tienes difícil. -Para mí lo único difícil es confesarme con un cura. -Que no te enteras. Esa zorrita que ves ahí le chiflan las pollas. Le pones diez delante y las mama todas. -¿No sabías que todos nacemos bisexuales? Lo que ocurre es que luego nos inclinamos por la carne o el pescado según nuestra condición sexual. -Vaya, eres una puta culta o qué. -¿Cómo se llama? -Paula Rodríguez. -Quiero que investigues a Paula Rodríguez y me digas en qué habitación reside. -Chupao. -Quiero saberlo todo sobre ella. Su ficha académica. Cuantas veces caga al día. El color preferido de sus bragas. Qué películas porno le gusta. Todo. -Hecho. -Lo quiero todo antes de una hora. -Joder, Ani, a primera hora tengo un examen. No puedo. -Si quieres te lo repito pero con el puño cerrado. -Vale, qué zorra eres. A veces me pregunto si tu amistad me aporta algo. -La que se arrima a mí lo logra todo. Y tú lo tienes todo, querida. Dinero. Sexo. Belleza. Popularidad. Y ...
... gracias a mí. -Hay que adorarte, Ani. -Mírala, Gabri, está buenorra que no veas. -No sigas mirándola o mojarás las bragas y la minifalda. -Ya lo están. -Joder con tu coño. Es como la pistola de Clint Eastwood. Rápida y veloz. -Mira, se levanta. -Sí, irá al baño de la cafetería. -¿Sabes cuál es la clave del éxito? -No, pero sé que me lo vas a decir. -La improvisación. -¿Cómo dices? -Las cosas no planeadas salen mucho mejor. Por eso me encanta improvisar al paso. -Uy, qué miedo me das. Esa mirada la conozco. Algo tramas. -Espérame aquí –se levantó Ana y se acercó a la barra del bar-. Hey, Xavi, pásamela. El camarero se acercó con una llave. -¿Quién es esta vez? -Se llama Paula y está para un diez polvos seguidos. -Seguro que tú la das diez y tres de regalo –rió Xavi. -Eres un cabronazo encantador. Gracias –cogió Ana la llave y se dirigió a los baños. La puerta del baño de chicas estaba cerrada por dentro. Se podía escuchar a Paula dentro. Usando la llave, Ana abrió la puerta y entró. -Hey, ¿qué coño haces? Está ocupado –se quejó Paula sentada en el váter y con las bragas en los tobillos. -¿Qué es? ¿Líquido o sólido? -¿Cómo dices? -¿Que si cagas o meas? -¿Y a ti qué cojones te importa? -Todo lo que hagas a partir de ahora me importa. Ana escuchó caer las cagarrutas y sonrió con estupor. -Vale. Es sólido. Caga tranquila –empezó Ana a desnudarse. -¿Se puede saber qué haces? -¿No sabes quién soy? ¿No te suena el nombre de Ana Etxeberría? -¿Tú eres esa Ana de la que tanto hablan? -La ...