Me venció la victoria
Fecha: 24/12/2017,
Categorías:
Infidelidad
Confesiones
Autor: Milfseduce, Fuente: CuentoRelatos
... supuse que se había excitado al contemplarme en esa posición. Le dije que se acercara, se acercó y sentí su miembro en medio de mi culo, me gustó sentirlo, grande y duro. Miré nuevamente el reloj: faltaban menos de diez minutos para la hora. Le dije que la hora se acercaba. Se retiró y mis nalgas volvieron a sentir las caricias de sus manos, y luego sus dedos volvieron a hurgarme en el coño, empecé a excitarme por la forma en que me acariciaba. Sentía como aumentaba mi placer, y como no podía más, recordé su pene y me sentí vencida: le dije que me la metiera, hizo a un lado mis calzones y empezó a penetrarme, de manera suave y delicada, poco a poco, tomando con sus manos mis caderas, la sensación era increíble, tal vez la posición ayudaba, era un placer indescriptible como iba entrando su miembro en mí coño, sentía su abdomen duro en mis nalgas, sentía que me traspasaba. Me gustó que no me embistiera rudamente, lo hacía despacio, y a pesar de no ser mi posición preferida, lo estaba disfrutando En ese momento, sonó un mensaje en mi teléfono, vi rápidamente el reloj y vi que ya casi eran las las nueve, el teléfono lo había puesto a un lado de la cama, así que tomé el teléfono y leí el mensaje, era mi marido, para decirme que en quince minutos estaba por mí pues estaba retrasado: había ido a comprar unos vinos y estaba esperando a que le trajeran del almacén los que había pedido. Leí el mensaje y le respondí que no había problema. Yo quería seguir pues ya me estaba excitando. ...
... Tenemos diez minutos, mantente quieto, le dije. Ya no quería que me siguiera embistiendo, me dolía un poco, así que empecé a mover mi culo de diferentes formas, de atrás hacia adelante, pero después empecé a moverme en forma circular, sintiendo como palpitaba su miembro y como se agrandaba, iba en el camino correcto: me concentré en que los movimientos fueran más circulares, pero no teniendo todos su miembro dentro de mí sino la puntita. Fue un instante explosivo. Al mismo tiempo. Sentí como todos sus fluidos bañaban mis entrañas. Quedamos uno segundos así, recuperándonos. Sólo pensé que pocas veces había tenido un orgasmo con mi marido en esa posición. A los pocos minutos sonó el claxon de un auto. Supuse que era mi marido. Me paré y me bajé el vestido. Le di un paquete de pañuelos higiénicos para que se limpiara, le di un beso en la mejilla, tomé las carpetas y salí del local. Mi marido estaba dentro del auto, me subí, nos dimos un beso en la mejilla y me preguntó si todo había estado bien, le dije que sí. Arrancó el auto y después bajo a la velocidad y me dijo que le hubiera gustado despedirse nuevamente del instructor, pero después aceleró y se respondió, bueno, ya iré a verlo próximamente. O podríamos ir juntos. Después hizo una pausa y dijo: aunque en ocasiones tal vez tendrás que ir sola, pues estás más involucrada en este negocio del Pilates que yo. No crees? Me preguntó. Me quedé callada, no le respondí, luego le dije, tal vez, ya veremos. En ese momento sentí como iba ...