AHORA SON DOS VIII - Relatos Eróticos

AHORA SON DOS VIII

De repente Toño que estaba de frente a mí, se desabrocho el pantalón y lo bajo a la altura de mis rodillas, bajo mis bragas también y comenzó a lamer mi sexo y Jesús se bajó del auto y siguió trabajando mis tetas, era delicioso, yo no quería acabar, quería que eso siguiera toda la noche, sentí que necesitaba hacer parte de este momento así que me arrodille y les pedí a los dos que se bajaran el pantalón, comencé a hacer mi trabajo, y las comencé a lamer Mi hermano Antonio en aquel entonces me ayudó a conseguir un empleo mucho más formal, este era en una oficina. Estaba muy feliz porque el sueldo era muy bueno y según lo que mi hermano me había contado el ambiente laboral era muy acogedor, lo cierto es que ahí también trabajaba mi otro hermano Chuy por lo que ambos me dijeron que quedaba estrictamente el decir, mencionar algún parentesco y como Toño era quien me ayudaría a entrar a trabajar de él sería su amigo, mientras que para Jesús solo un compañero más. Cuando comencé a trabajar conocí como siempre primero a mi jefe que era un señor ya de edad, gordo y un poco calvo, me saludó muy amable y mi amigo (ósea mi hermano Antonio) nos presentó y le dijo que era la chica de quien le había hablado para reemplazar a la secretaria que se iba de maternidad, el me hizo algunas preguntas y luego me pidió que lo acompañara, cuando salimos de su oficina sentí que todas las miradas se posaron en mí, sobre todo las de los hombres, sentí que todos voltearon a verme, ese día tenía una ...

... minifalda azul a la mitad del muslo, medias de nylon, una blusita negra ajustada y con un escote que dejaba ver una buena parte de mis tetas y tacones. Mi jefe llamó a todos o por lo menos la mayoría de los empleados y les pidió un poco de atención para presentarme con ellos. Las primeras semanas fueron normales, casi que aburridas solo trabajo y trabajo, pero un día llegó una tarjeta de invitación a celebrar el día de la secretaria, pensé por fin algo diferente además iba a ser un buen momento para conocer más a fondo a mis compañeros de oficina, ese viernes me puse mi mejor ropa y me arregle muy bien el cabello, me puse una faldita de Jean corta, sandalias, y una blusa rosada descubierta en la espalda y con escote en el pecho, me veía bastante bien, todo el día trabajamos como siempre pero en el ambiente se notaba la emoción de la celebración, cuando salimos almorzar me encontré con los dos compañeros (mis hermanos), ellos me saludaron muy amables y me preguntaron que como me estaba yendo que si estaba preparada, les contesté que sí, entonces me preguntaron si estaría en la fiesta de la noche, les dije: claro no me la perdería por nada del mundo, sonrieron y me dijeron que entonces nos veríamos en la noche, aunque esas sonrisas anunciaban algo más que una simple fiesta; a las 6 de la tarde, cerramos la oficina y nos dispusimos a reunirnos en el salón de fiestas, estaba todo muy organizado y bonito había bastante comida y licor, me fui haciendo al ambiente poco a poco, casi todos ...