LA MUJER DE MI PEOR ENEMIGO
Fecha: 21/12/2017,
Categorías:
Sexo Duro
Sexo con Maduras
Autor: Angelinno, Fuente: xHamster
... con mi mano en sus nalgas, me atreví a repasarle el culo con toda libertad, y como traía bata, en pocos segundos mis manos se daban un gran banquete con el culo y la cuca de ella. Intento reclamarme una vez más, pero la situación ya la había calentado al punto de no retorno, quizá motivado también por la embriaguez de ella. A pocos pasos de su marido, de mi peor enemigo que prácticamente estaba al otro lado de la ventana, al máximo riesgo que con solo voltear nos pudiese ver, yo la estaba acariciando y manoseando sin ningún pudor, y ella, lejos de evitarlo, me lo recompenso moviéndose al ritmo de mis dedos que estaban ya dentro de su cuca.- ¿Quieres un empujón? —le pregunte.- Por favor —apenas me respondió.- Ahí te va —le dije.Ya agarrando las cosas de su estante, bajo con toda calma, pero ella nunca esperaba el atrevimiento que hice a continuación. Sin que se diese cuenta me saque la verga y al desembocar sus nalgas en mi bulto, le subí la bata y la cuca de ella cayó justo en mi verga y entrando la cabecita nada mas, por lo que no tuvo tiempo de reaccionar. Entonces sentí como la cabeza de mi verga en toda la entrada de la cuca y ante la incomodidad ella misma termino acomodándose, y en pocos segundos, al terminar de bajar sentí que mi verga se le fue adentro y completa.¿Así está bien? ¿Así te gusta perra? —le pregunte mientras le enterraba mi verga.¿Así te gusta perra? –le volví a preguntar, pero ahora susurrándole al oído.Sí ...
... —solo pudo responder con la cabeza haciendo gestos.Y yo comence a cogermela, mientras la tomaba de la cintura para impulsarme mejor. Entonces quise hacer algo impensable: la quite de la escalera y la lleve hacia la ventana, directamente viendo a su marido, solo así la podía coger mejor y en la postura que me estaba dando podía enterrársela bien duro. Mientras tanto, escuchábamos la risa y la charla entre los que estaban en el patio. En el cuarto, sólo se escuchaban nuestros suspiros, jadeos y gemidos. De pronto, sentí que ella estaba acabando porque me bañó la verga con ese jugo que le lubrica bien la concha, y segundos mas tarde también yo le acababa y toda mi meche fue a parar al fondo de esa bestial y ardiente cucota que por fin había logrado comer.Cuando termine, le saco la verga y al sacársela, grandes cantidades de leche salieron de su cuca y ella apretó para que no salieran mas, luego nos acomodamos la ropa y alcance a decirle:- Se que te gusto mucho, cuando quieras me buscas.Por fortuna nadie se percato de mi presencia, quienes creían que estaba todavía yo en el baño, y me fui de esa casa como si nada. Quien lo diría, con la vecina de mi zorra que la conocí de toda la vida, me la iba a desquitar, y a ella le gusto mi cogida. Fue en el 2000, y de vez en cuando me la sigo cogiendo, ya no en su casa, claro está, sino en otros lugares. La segunda vez fue en la terraza de su casa, donde cualquiera puede ver, pero eso es otra historia.